domingo, 7 de febrero de 2016

Conociéndonos





Tus piel descalza que yo besaría con timidez, tus pequeñas manos de curar heridas, tus labios de amor y besos, tus mejillas rosadas y tu espalda llena de constelaciones poéticas que recitaría una a una con mis manos.
No hay nada que pueda añadir al listado de excusas desnumeradas con las que he construido este deseo de ti. Hay algo de hermoso en lo cotidiano de esperarte, de leerte, de pensarte.
Mi valentía cubierta de vergüenza, estas letras subrayando tu nombre, el sueño de poder tenerte aquí, entre palabras y besos al fin mía aunque ajena, como antes, como ahora.

En sueños no soy tan atrevido, porque siempre despierto antes de besarte. Y así camino en esta alfombra a la que le falta tu ropa y una cortina de humo que combine. Y sólo aquí se escribe sin vergüenza, con ganas incluso cuando el amor se haga, o nos haga, porque entonces tendrá sentido todo o nada. Una mala jugada en la que se gana y nos haga libres en secreto. Incluso podríamos perdonarnos todo aquello que no nos hicimos, sin estar asustados por lo que no perdimos. Que quizá tu risa conmigo sea el único camino porque ¿con qué metáfora podría definirte? Tus ojos de poesía y tu sonrisa de paisaje. ¿Cómo podría imaginarme a alguien como tú? Qué va. Mis sueños eran más pequeños. No existe ningún pasado al qué regresar, no éramos nosotros, lo que cuenta es tú y yo, ahora. Contándonos historias parecidas e involucradas debajo de una sábana esperando que el huracán que lleva tu amor de mujer me empuje hacia ti para terminar viendo el cielo juntos, sin más remedio que aceptar esa tormenta de alegrías mientras mi mano viajera y dudosa descanse en tus piernas extrayendo de ti esa salvaje ternura. Testigos fugaces y disfrazados de todos los detalles que no nos ha dado la vida y que no hemos olvidado. Poder pintar a detalle tu voz y sentirte como bálsamo a tantas cosas, a tanto tiempo. Escondida entre el viento, desnuda, hermosa y mía.
Quiero tener menos porqués para andar en el presente, proponerte la admiración de estas letras y que amanezcas sobre mi pecho, sin sed, sin fobias, sin miedo a conocer otros lugares de alegría descubierta por ambos.

Escrito por:
Luis Manuel "Manu" Fernández. 
@IronManuMK17





No hay comentarios.:

Publicar un comentario