miércoles, 25 de febrero de 2015

EL OTRO AJUAR FUNERARIO.

Cuando me enteré de la noticia, la tristeza me dio un zarpazo en el pecho y me arrancó el corazón. Caminé impávida hacia las escaleras del tanatorio, al llegar, desplomé mi peso sobre las rodillas  y sollozé sin parar. Al cabo de unos minutos escuché uno pequeños pasos bajar la escalera lentamente y sentir que alguien me miraba con asombro.


-          ¡Pero mamá… tú estás muerta!
-          Tú también, mi niño.



Y nos abrazamos inconsolables.






Escrito por: Emir Dassaet (@Dxssir)




martes, 24 de febrero de 2015

MÁS ALLÁ


Más allá, más allá del final,
Más allá… tú me haces sentir con vida…
Más allá, más allá del final,
Más allá… por ti aun yo siento alegría…


Más allá, más allá del final,
Más allá… no hay en mí penas ni melancolía…
Pues más allá… contigo estoy…
Y más allá del final…  yo eternamente te amare…


Tú y to juntos, la eternidad compartimos,
Sin embargo, los riesgos que yacen más allá prevalecen...
Aun así, Ante todo conflicto, ¡yo te protegeré!
Pues el amor que hay en nosotros supera los límites de la vida y de la muerte,
Y va más allá de cualquier barrera que se nos presente…


Mas allá, más allá del final,
Más allá… los tormentos continúan…
Si… más allá de la muerte, un destino peor nos espera…
 No importa…  a tu lado por siempre estaré…


E incluso si de la vida y muerte somos exiliados,
Más allá del final… por ti aún me siento feliz,
Pues más allá… contigo estoy…


Y más allá del final… yo eternamente te amare. 





Escrito por: Brand (@NaboMa)






lunes, 23 de febrero de 2015

EL POZO (PARTE FINAL)

III

Al principio, el uso del dispositivo comúnmente conocido como "pozo de deseos" se restringe a una serie de instalaciones "piloto", constituida principalmente por cuatro penitenciarias, dos para mujeres y dos para hombres; cuatro correccionales de menores, misma disposición; y tres escuelas, una para edades entre seis y doce, otra entre 13 y 15 y una más entre 16 y 19. Los resultados hablan por sí solos. Las tazas de violencia dentro de todas las instituciones, sin excepción, se desploman en un tiempo récord. Los niveles de reincidencia disminuyen a poco más de una docena de criminales por trimestre y, en las escuelas, los índices de aprovechamiento aumentan en proporción directa con la baja de deserciones y reprobación. El programa piloto cumple un año en su ejecución hasta volverse oficial: Una nueva iniciativa es aprobada. Va de la mano con una nueva ley, algunas reformas y artículos transitorios. Se establece que todo recinto penitenciario contará con salas repletas de "pozos" para cubrir la demanda estimada. El éxito es rotundo y apabullante, excepto en ciertas prisiones, en particular aquellas con calificativo de "máxima seguridad", donde los reclusos reinciden aún después de haber utilizado el aparato milagroso. Se decide, entonces, proporcionar a estos últimos de una máquina instalada en sus hogares,  en calidad de libertad condicional.

- De esta manera aseguramos que los reclusos puestos en libertad palíen sus ansias de violencia antes de  incurrir en un crimen real-. Explican los expertos.

- Aquellos que carecen de hogar, o bien, que son completamente libres, se les otorgará una identificación especial, misma que presentarán en los nuevos locales que habremos de instalar, acondicionar y repartir por todo el país. De esta forma nos aseguramos de que el servicio esté al alcance de todos a quienes les venga en falta, refiriéndonos a expresidiarios, por supuesto.

El plan funciona a la perfección. Las escuelas y manicomios quedan, de momento, fuera del proyecto, debido a "detalles por pulir", según declaran los estudiosos en las respectivas áreas de la pedagogía, psicología, psiquiatría y medicina. Tanta perfección, sin embargo, termina atemorizando a un sector considerable de la población, incluidos varios intelectuales, quienes condenan y atacan al sistema, argumentando lo poco ético que resulta y las posibles repercusiones que tendrá no sólo para los actuales usuarios, sino para la humanidad. "Tal vez no ahora, pero pronto", aseveran.

Los líderes hablan.

- No habrá tales consecuencias. No hay margen para dichas catástrofes. Todo lo que se hace "dentro" de los "pozos" es monitoreado día y noche y analizado por un equipo de especialistas.

Hacen demostraciones. Exponen pruebas, videos, documentos, estudios, resultados y demás. Los detractores odian admitirlo, pero el gobierno se está mostrando bastante sincero. La evidencia es incontrovertible y, parcialmente, calma las ansias de los nerviosos atacantes, quienes, si bien se contienen en sus protestas, no quitan el dedo del renglón. De hecho, no son, ni por asomo, los únicos que reclaman al gobierno. Las naciones han entablado diálogos entre sí por más de un año, celosas por la nueva tecnología de que la joven y afortunada nación hace gala. Demandan que el descubrimiento sea socializado para con el resto de los países, so pena de enemistarse con ellos de no cumplirse la petición. La joven nación se rehusa, alegando que el invento no está listo para dar el salto a la globalización. Pide paciencia.

- ¡La paz no puede esperar más!, ¿es que no lo entienden?

- ¡Cientos de miles mueren cada día en que ustedes hacen despliegue de tan insensato egoísmo!

- Ha sido suerte, y nada más, el que hayan creado semejante artefacto. ¡Una idea no puede ser manejada como propiedad!, ¡el invento no les pertenece, le pertenece a la humanidad... dennos "el pozo"!

Éstas y otras exclamaciones son lanzadas cual rugidos iracundos por todo el mundo. La joven nación se cansa de dialogar contra un muro que ni oye ni propone. Deciden hacer oídos sordos y continuar con sus ocupaciones.


IV

El primer dispositivo pirata es encendido.

- ¿Quién primero?

Todos se miran con un temor que les desborda desde los ojos.

- Que entre el "doc", él es el experto ¿no?

- El "doc" no entrará precisamente porque él ES el experto. Si surgen complicaciones, él nos asistirá.
Así responde el líder clandestino.

- Yo entraré, ustedes son demasiado cobardes. Doc, quedo en sus manos.

Al igual que hicieran, hace poco más de dos años, la primera prueba con el recluso conocido como "Leo", el líder clandestino y el "doc" proceden a comprobar la fiabilidad del equipo recién ensamblado.

El líder se encuentra ahora en el mismo sótano en que instalaran el "pozo" pirata momentos antes, sólo que ahora se encuentra vacío en su totalidad. De la cortina de sombras formada al fondo del oscuro lugar, aparece uno de sus subalternos, caminando directamente hacia donde él se encuentra. Toma una silla vieja. El líder no recuerda haber visto antes silla alguna. Su subalterno toma asiento y una serie de cuerdas aparecen desde detrás de él y lo sujetan con firmeza. Comienza a mostrar nerviosismo y sudor en su rostro. El líder disfruta con ello y se da cuenta de que, inconscientemente, todo se gesta a voluntad suya. Dirige la vista a su mano izquierda y encuentra en ella unas pinzas de electricista de mango azul. Se aproxima hacia su víctima, quien comienza a retorcerse y a gritar exclamaciones ininteligibles. Al momento, un par de fórceps aparecen para mantenerle la boca abierta. Él sujeta las pinzas y, uno a uno, va removiendo los dientes del cautivo. Es cruel y despiadado. Goza cada instante pero no lo demuestra. Los alaridos y sonidos guturales de quien se ahoga con su sangre le dan una paz espiritual que creyó no había forma de obtener. Procede con pinzas, ganchos, serruchos y soplete hasta terminar con los molestos cinco miembros de su clan. Fatigado como está, da por terminada la sesión.

Todos lo miran espectantes y más atemorizados que antes de decidir quién sería el primero. Han visto todo en una vieja pantalla. Todo de lo que su líder es capaz de hacer. Y esperan.

- Es perfecto doc, felicidades. A ambos. Sr. Ingeniero, construya cinco más. El resto, difundan la palabra. Que todo mundo se entere que "el pozo" ya  no es exclusivo de reos y colegiales con suerte. Dentro de quince días organizaré una reunión en la que venderé la máquina al mejor postor... y entonces seremos ricos caballeros.


V

Poco más de dos años después de iniciada la primera prueba, la tecnología de que hace gala se filtra en un agresivo despliegue de ataques cibernéticos, trifulcas, secuestros de personal y sobornos corruptos. Un tiempo más tarde, es distribuida y comercializada en el mercado negro a precios elevadísimos. El hombre y mujer adinerados y, en ocasiones, sus hijos, pueden disfrutar ahora de sus placeres culposos en los recovecos más clandestinos del mundo. Las redadas, los conflictos armados y el resto de los operativos puestos en marcha no alcanzan a menguar un ápice del consumo que se genera entre los pudientes. El problema llega a niveles inaceptables hasta que, finalmente, los gobiernos deciden hacer cien por ciento público el ansiado producto. Esto no es lo que los líderes mundiales querían. Al menos, no bajo tales circunstancias. Pero el problema ya está asentado, por no decir casi resuelto, y, lo más importante, la tecnología reposa al fin en sus manos, por lo que lo que venga a continuación no les preocupa demasiado.

Cumplido un mes, tiempo en que prácticamente cualquiera que pueda ahorrar dos salarios mínimos puede "tirar una moneda al pozo", ciertas instituciones y activistas reinician labores de protesta. En esta ocasión la plegaria no es condenatoria, sino petitoria. Son los manicomios, centros de salud mental, familiares de pacientes y un que otro paciente medianamente lúcido, quienes claman por la panacea que ha sido ya ofrecida a todo el mundo, a las "generaciones del mañana" incluso antes que a ellos.

- ¿Cómo es posible que haya en las escuelas "pozos" instalados cual si fuesen máquinas expendedoras de dulces y nosotros aquí damos la vida al cuidado de los más urgidos?

- ¡Todo este tiempo y nadie se preocupa por los locos!

- ¡Apócrifos y todo, pero hay estudios que confirman la mejoría de los pacientes estudiados!

- ¡Al fin pude matar a las cucarachas que andaban debajo de mi piel!, sentenció un loco en cierta marcha  de protesta.

Los gobiernos habían evadido el problema por demasiado tiempo, pero ahora que los ojos del público estaban, por así decirlo, libres para atestiguar el próximo escándalo de la temporada, las miradas se centraron en la recién bautizada "marcha de los locos".

Con la experiencia de los ataques de que fuesen objeto con anterioridad, los gobiernos decidieron no darle más vueltas al asunto y recurrieron, luego de mucho tiempo, al equipo formado por "Lady Eva" (recientemente se había agregado el "Lady"), mejor conocida como "La Creatriz", dada su condición de autora intelectual del invento denominado "pozo de deseos", y el "Doktor", cariñosamente apodado así en honor a cierto "maestro del insomnio", conocido como "Doktor Zorasky", de quien fuese su más cercano y prometedor pupilo. Ambos se sumergieron en una labor que vendría a develar los misterios del uso del "pozo" en pacientes con desórdenes mentales.

Los resultados fueron, en su mayoría, estériles, por no decir desastrosos. El par, obsesionado como estaba, dio muerte a infinidad de pacientes, a quienes sometían a pruebas que rayaban y en ocasiones rebasaban la línea de lo inhumano. Finalmente, descubiertas sus prácticas, fueron linchados por una turba iracunda y cremados a las afueras del palacio de gobierno, fuertemente asidos a "pozos" arrancados de una sucursal que se dedicaba a venderlos en los alrededores. Esa fue la gota que derramó el vaso.

¡TODO ES MENTIRA!

Y bajo este precepto, los inconformes causaron toda clase de disturbios, primero en la joven nación y luego, al extenderse la noticia, en el resto de los países poseedores de la impía tecnología. Hubo muertes, asesinatos, torturas, violaciones, desaparecidos, robos, asaltos y todo el catálogo criminal fue vaciado en las calles.

Los conflictos duraron poco más de seis meses, tiempo en que los gobiernos se ocuparon de encubrir, pobremente, los vergonzosos genocidios que se vieron obligados a cometer. Una luz, sin embargo, vino a rescatar la poca esperanza que aún se conservaba en los corazones de aquellos que lograron conservar sus vidas. Apróximadamente un trimestre posterior al fin de los conflictos, fue lanzado al mercado el dispositivo portátil denominado "iDream", cuya novedad, además de ser cien por ciento portátil, era que la cantidad de posibles acciones a realizar era, en una palabra, vasta. El consumidor promedio continuó llamándolos "pozos", la comunidad afín a los videojuegos lo llamó "el GTA definitivo."

Los gobiernos, satisfechos por la reactivación del mounstruo económico, simplemente declararon:

"Vayan y mátense como mejor les plazca."

Dicha frase, arreglada para ser respetuosamente dirigida a la segunda persona del singular, fue finalmente utilizada con fines comerciales para promocionar el nuevo producto, responsabilidad, al fin, de quien lo consumiera. El producto dirigido al sector infantil/adolescente mantuvo, como desde el inicio se hiciera, una graduación que impedía a los usuarios cometer crímenes cuyo grado de violencia llegase a ser extremo. Se planeó más bien como una medida para que, tanto "bullies" como víctimas de "bullying", desahogaran esos sentimientos negativos para con sus pares, acaso también, para con un que otro profesor odiado. No obstante, los equipos podían ser fácilmente "desbloqueados" en locales no autorizados y los tutoriales subidos a la red facilitaban tal actividad, lo que permitía al propietario hacer uso completo del sistema sin las restricciones originalmente programadas. Fue lo anterior lo que, al cabo de cinco años, que pasaron en un abrir y cerrar de ojos, provocó el brote de la terrible epidemia bautizada con el nombre de VDT´s o, lo que es lo mismo, "Virtual Delirium Tremens", en honor a la enfermedad ficticia que sufrían ciertos individuos conectados a la "Matrix", en la película del mismo nombre.

Sin un tratamiento efectivo, los afectados, en su mayoría la población oscilante entre los seis y diecinueve años, fueron encerrados en manicomios o dejados al cuidado de las familias a las que pertenecían. En el peor de los casos, eran encontrados orinados, malolientes, sucios y dejados a su suerte en las calles de las ciudades, todavía conectados al "iDream", sumergidos en sus propios delirios.

Los nuevos locos pronto abarrotaron las calles, hospicios, centros de atención y manicomios de las ciudades. Finalmente, los gobiernos de las naciones decidieron que era hora de bajar la condición del dispositivo a un estado de "ilegal", medida que, en principio, logró equilibrar la locura que asediaba la vida de la gente.

Claro es, sin embargo, que no fue posible destruir todo material concerniente al proyecto "Crimental." El mercado siempre consigue quedarse con los juguetes que le generan más ganancias. Con todo y ello, la humanidad, cansada como estaba del torrente de eventos acaecidos durante los últimos diez años, pronto fue dejando atrás el mal sabor de boca que, junto con la pesadilla conocida como "el pozo de deseos", se fue desvaneciendo hasta perderse en las arenas del olvido. El mundo, siempre ávido de novedad, no tendría que esperar mucho tiempo antes de volver a maravillarse con el siguiente "Gran invento de la nueva década."




FIN


Escrito por: Jim Osvaldo Marín Acevedo (@Capitanjms)



jueves, 19 de febrero de 2015

AMOR DE-COLORADO





Esta es la triste historia de amor
entre una mujer de colores,
un hombre daltónico
y una cita a ciegas.


Escrito por: Emir Dassaet Zarate Acevedo (@Dxssir)




martes, 17 de febrero de 2015

INTROSPECCIONES

Al emplear la extensa virtud de mi imaginación buscando un tema del cual hacer mención a través de la escritura, Se encontraba mi mente envuelta en una cruel intriga, producto del tormentoso dilema de cuan trivial y superfluo conflicto la aquejaba; hasta que [como obra de una lógica a la que no di cabida en mis ideas] un razonamiento muy sencillo surgió repentinamente y me susurró con la gracia de frescas y cálidas ventiscas:

"Podría exponer gran variedad de argumentos, pero serían muy complejos de expresar sin formar un edificio con sus letras y un fundamento, así que... ¿Por qué no expresar simplemente las respectivas hipótesis, y acrecentar sus raíces en los lectores de las mismas?". Pensé.


Aclarado esto, realizaré exactamente el plan anteriormente descrito, comenzando con 3 simples cuestionamientos que en mi vida cotidiana ocurren todo el tiempo... día a día... y sin excepción alguna:


El primero denota en su huésped la inseguridad de sus vivencias, aprisionando su confianza con barrotes forjados con manos ajenas a las suyas y entrando voluntariamente en las mismas; ¿A qué me refiero con esto? principalmente, a la pena de numerosa cantidad de gente, en aumento, que exilia de sí misma su régimen habitual y costumbres personales; escondiendo sus comportamientos comunes sólo por encajar en la moral de una sociedad pluralista que piensa tener el control y derecho a regir sobre lo que debe considerarse por todos como "normal"; generando riquezas en sus seguidores mientras plasma vergüenza en quien reniega de sus normativas.

Las preguntas más grandes que tengo respecto a este ámbito es:


¿Por qué tanta vergüenza?

¿Tan crucial es el visto bueno de ojos que no les pertenecen para encubrir tu ser con lo que ellos consideran "normalidad"?


¿Quién decide lo que podemos o no hacer sin que una lengua cizañera nazca de repente y expanda sus descripciones para estos actos como "tonterías y objetos de burla"?


La segunda cuestión radica en el odio; y ésta es una historia personal que me gustaría fuese conocida; no hare mención de nadie en especial, sólo diré que por acciones que nublaron el buen juicio de algún "él", ahora esta exiliado y fuese cualquiera la ocasión, con suspenso e incomodidad se penaliza el hacer mención de su nombre; yo no albergaba ningún rencor en mí cuando estaba a su lado, pero eso no rebasa en absoluto el gran pesar del odio y furia que originó de su experiencia; lamentablemente... la ira puede ser muy contagiosa si no se tiene cuidado; y por culpa de mis descuidos yo fui susceptible a esta enfermedad; contrayendo lentamente ese sentimiento amenazante sin poder evitarlo; esto me ha alejado poco a poco de dicha entidad y a su vez... declarando la guerra en mis pensamientos se encuentra ahora la tiránica fuerza del desprecio.

Las preguntas que suplican respuesta son las siguientes:

Es por demás comprensible que lo que hizo él no estuvo bien, y aunque no pueda remediar las consecuencias, ni reparar el sufrimiento acontecido en sus víctimas; no ocasiono ningún problema a mi persona ni fue hacia mí a quien dirigió esos cometidos; sin embargo, esto no significa que no afectara a las personas que amo... Una incongruencia de proporciones universales siendo el procreador de estas lágrimas quien en el pasado fue uno de los individuos más valorados por mí, y que actualmente lucho por que ese afecto aun prevalezca en mi interior...

Así que:

¿Realmente es necesario sentir rabia por esto?


Si en un principio no me afectaba en absoluto... ¿En verdad es correcto enojarme de por lo que él fue acontecido?


¿Es tan justificable todo ese nivel de enojo y desprecio que estoy sintiendo hacia él?


Sé que lastimó a quienes amo, pero... ¿Cómo enojarme o por qué he de hacerlo si realmente no quiero sentir rabia por él?


Aún con las respuestas; sobre un lienzo incomprensible la pintura de mis ideas pierde poco a poco su consistencia; volviéndose un enorme trabajo percibir su significado.


El tercer ámbito puede tener empatía con el primero, ya que por la misma causa en algunas personas éstas situaciones suelen llegar a ocurrir; pero haré de lado la similitud para dar acceso a una razón más trivial y por demás carente de justificado; hay una gran cantidad de individuos que sufren y se embriagan con depresión, asegurando desconocer por qué se sienten tan mal; esta incógnita los atormenta todo el tiempo y en ocasiones los induce al camino del suicidio, pero lo que yo pienso al respecto es que no hacen más que mentirle a los demás y a sí mismos. Todos en la tierra tenemos la gracia de pensar, pero los humanos desarrollamos esta habilidad para formar el razonamiento; mismo que utilizamos todo el tiempo de nuestra existencia; ya sea con nuestra ética, con nuestros planes a futuro, y en cierto modo con el existencialismo; hasta ese punto no ocurre nada fuera de lo habitual.

Lo que he podido observar durante mis 17 años de vida es que todos sabemos muy bien lo que sentimos, pero nos aterra expresarlo y en lugar de ser honestos, a veces solo disfrazamos nuestras aflicciones con incógnita y eso genera una tristeza en expansión que no tiene más remedio que la sinceridad con uno mismo;


Mis dudas al respecto son estas:


¿Por qué lo hacen?


Apartando cuestiones amorosas o algún derivado de las mismas....

¿Por qué muchos dicen no saber lo que sienten cuando en realidad lo saben, al mismo tiempo que conocen a la perfección los motivos?


¿Qué ocasiona esa vergüenza o ese miedo a expresarse libremente?



Yo personalmente pienso que éste no es el caso de todos; Formuló de cierta manera mis respuestas a cada pregunta en los tres ámbitos escritos aquí.... pero comentarlas sería considerado a modo de un consejo.

Esto plasmado aquí es una opinión personal, por lo que no puede considerarse una verdad absoluta; y para finalizar quiero agradecer por su tiempo ofrecido para leer esta introspección...




Escrito por: @NaboMa (Brand)






lunes, 16 de febrero de 2015

EL POZO DE LOS DESEO (Parte I)


I

Tomó el hacha y lo asesinó. El único habitante de la casa. Salió, entró a la siguiente, encontró a otro hombre y también lo mató. La noche era joven y el vecindario apenas y había sido auscultado en sus dos primeras viviendas. Salió otra vez a la calle desierta pero bien iluminada por las lámparas de noche y caminó hacia la siguiente casa. Entró a la oscura sala, iluminada con la luz del televisor. Frente a él, un sujeto descansaba reposado en el amplio sillón. Detrás de él, la mujer con el hacha. Se preparó y dejó caer sobre la calva cabeza el filo del arma. La sensación de penetración recorrió el mango de ésta y se posó, placentera, sobre las manos de la agresora, quien salía de nueva cuenta a la calle en busca de más víctimas. Mantuvo el ritmo hasta pasadas dos horas, momento en que, cansada, decidió que era momento de finalizar la faena.

- ¿Veredicto?

- ¡Corre excelente doktor! Los reclusos amarán el sistema.

- El mundo amará el sistema, linda.

- ¿Cree conveniente iniciar las pruebas en pacientes?

- Si, pero iremos gradualmente, como hemos planeado. Traiga al recluso 55425757.

- Me sorprende que pueda recordar tantos números doktor... Enseguida lo mando a traer... a ver... "Leo". Enseguida doktor.

- Gracias linda.

Luego de un rato, la señorita Eva retorna acompañada de dos guardias que custodian a un hombre. Leo.

- ¿Entiende lo que se solicita de usted, señor Leo?

- Sí.

- Muy bien. Imagino que la señorita Eva le ha dado ya las indicaciones pertinentes.

- Lo ha hecho ya, sí.

- Entonces tome asiento por favor.

Leo toma asiento en un sillón que pareciera estar confeccionado enteramente por cables y metales extraños. Sus muñecas y tobillos son sujetados por fríos y gruesos grilletes, acojinados en el interior para ser gentiles con la piel. Un aparatoso casco es colocado en su cabeza. El artefacto le cubre hasta el tabique de la nariz, sin llegar a cubrir ésta o la boca. Leo abre los ojos y sólo consigue ver oscuridad. Repentinamente, un intenso dolor punzante invade varios puntos en su cabeza. Los dolores profundizan en su cerebro y, pasado un momento, cesan. Ha sido como si lo taladraran. No se equivoca. Con las agujas perforantes ya hundidas en las circunvoluciones respectivas, la señorita Eva inicia la secuencia. Lo que Leo ve y hace es seguido por los dos espectadores a través de una pantalla. Asimismo, la experiencia es grabada.

Leo se encuentra ahora en un salón cúbico desproporcionadamente grande. Es blanco y las paredes son cuadrículas grandes también. Leo ve frente a él a una mujer gorda vestida con nada más que un camisón para dormir. Está atada a una silla vieja pero robusta. Ella lo ve, mas no grita ni parece reaccionar significativamente a su precaria situación. Leo se acerca a ella, quedando ambos cara a cara. La ve, la analiza y la estudia. La toca y en su ademán hay un dejo de incredulidad. Acerca una mano hacia su ojo con la finalidad de arrancárselo, pero él no es así, esa no es su clase de violencia. Mueve la cabeza, como quien niega las verduras que le saben mal. Se aleja de aquella mujer, que resulta ser su madre, y suelta un "quiero salir", muy decidido en la entonación.

- ¿Qué ocurrió?

- No pude.

- ¿Por qué?

- Porque ya la maté una vez. No es algo que me obsesione, el volver a matarla.

- Está bien. Gracias de todos modos.

Leo es escoltado fuera del recinto en la misma forma en que fuera ingresado. Las pruebas continúan así durante poco menos de una semana, hasta que ambos, Creatriz y Doktor, están completamente satisfechos.


II

- Queridos camaradas. Colaboradores. Autoridades respectivas y demás celebridades que engalanan este evento con su presencia, es para mí un placer y un privilegio presentar ante ustedes aquel que, sin duda, será conocido dentro de poco como "El invento del siglo." Una maravilla de la tecnología que vendrá a revolucionar desde sus mismos cimientos, todo el constructo-bio-psico-socio-cultural. Pero toda esta verborrea de sobra la conocen. Sin más preámbulo les presento...

...¡La pacificadora universal 5000!

Al terminar la frase, todas las cortinas que ocultaban las unidades conocidas como "pacificadoras" alrededor del salón de eventos, son elevadas, revelando cubículos completamente equipados y listos para ser utilizados. El distinguido y elegante público deja entonces sus copas y bocadillos en las mesas de donde los hubieran tomado y se dirigen hacia las máquinas, esperanzados en que el exceso de presentes no sea un impedimento para probar el nuevo prodigio. Son seleccionados de a un usuario por cabina y el resto espera alrededor mientras observa, atento, lo que sucede en la mente del elegido, a través de amplias pantallas. La variedad de crímenes cometidos y mostrados al público es casi igual a la de bocadillos que esa noche son servidos. Los meseros reparten comida y bebida mientras la audiencia se maravilla ante los robos, las estafas, las torturas, violaciones y asesinatos de que son testigos, siendo los tres últimos aquellos de mayor popularidad. Los que completan la experiencia y se reúnen con el resto de la gente, son recibidos entre aplausos, abrazos, felicitaciones y ovaciones. Están tan emocionados que apenas y pueden articular palabras que alcancen a describir lo monumental de lo que acaban de experimentar.

- Es como un sueño... ¡Un sueño hecho realidad te digo!

- ¡Tan fácil como pedir un deseo!

Los apodos no tardan en surgir. Algunos la llaman "máquina milagrosa"; otros, "lámpara de Aladdin" o "el genio de la botella." Finalmente, entre el barullo, se extiende y generaliza uno por encima de los otros:

"Pozo de deseos"


La noche es un éxito. Todos aquellos que han tenido la suerte de participar en "los pozos" duermen como nunca habían dormido en toda su vida. Aquellos con consorte, pareja o amante hacen el amor con salvajía antes de ir a la cama. Duermen con una sonrisa en la cara. Esa noche, nadie tiene pesadillas. 



FIN DE LA PRIMERA PARTE…


Escrito por: Jim Osvaldo Marín Acevedo (@CapitanJms)



martes, 10 de febrero de 2015

CARTA RESGUARDADA DENTRO DE CIERTA HISTORIA INCOMPLETA

… Era también aquella una bella libreta. Pasta dura, forrada en piel de un color siena tostado, casi como si la hubiesen sacado a broncearse. Los protectores de las esquinas reflejaban la luz que se filtraba por la ventana del dormitorio, adornando el tomo con brillantes destellos amarillentos. El diario decía lo siguiente, al abrirlo en una página al azar:

Carta a mis alumnos

"Queridos alumnos, llegará un día en el que se darán cuenta de que el mundo de los adultos es, esencialmente, ridículo... si no es que ya lo han hecho.

Nos preocupa más nuestro bienestar que el proveerles de una buena y puntual educación.

Para nosotros tiene más valor un papel que toda la disposición, capacidad, preparación, ganas y bríos de quien quiere que ustedes salgan adelante.

Nos preocupa más cumplir con un programa en lugar de preocuparnos por determinar qué es lo que realmente necesitan aprender.

Preferimos exigir desde la comodidad de nuestra pasividad a salir en lugar de esforzarnos por ser realmente escuchados. Y luego tenemos el descaro de quejarnos del sistema y, en el aula, reprenderlos por no cumplir con sus responsabilidades... ¡Sepan que salir y alzar la voz también es una responsabilidad!

Como adultos que somos, preferimos acaparar bienes en lugar de compartir. Preferimos la competencia en lugar de la cooperación y tenemos luego la desvergüenza de promover el mismo comportamiento corrosivo en nuestras aulas y, no conformes con ello, somos aún lo bastante pendejos como para "enseñarles" a trabajar en equipo, burlándonos de ustedes al final, demandando el no copiado en un examen individual que lo único que provoca es la fragmentación de lo que podría ser una prometedora unión de fuerzas e intelectos.

Somos tan soberbios y arrogantes que creemos que la edad nos hace adultos cuando la miserable realidad es que ustedes nunca (salvo unos pocos afortunados) han conocido uno real. Como inmaduros que somos, nuestras maneras son las de un chiquillo malcriado. Nos preferimos a nosotros mismos por sobre todo lo demás y sobre todos los demás.

Notarán que entre más gente rodee al caído en desgracia, menores serán las probabilidades de que ese alguien sea auxiliado y, cuando sean ustedes quienes finalmente se animen a ayudar, se darán cuenta de que, nueve de cada diez veces, esa persona querrá aprovecharse. Darán ustedes la mano y les será mordida. Entonces el brillo en sus ojos se apagará y serán llamados "adultos conscientes".

Un día se darán cuenta de todo esto... de los millones gastados en guerras y los millones muertos de hambre... y los millones muertos en guerras. De los millones pudriéndose en bóvedas costosas y los millones pudriéndose de pobreza en el mundo. Alrededor suyo, no vayan más lejos. Se darán cuenta de cómo cazan los viejos y astutos zorros y se plantearán: "si yo también fui educado, ¿por qué no estoy al nivel?" y recordarán (si es que aún la recuerdan) toda la mierda y la basura que a punta de sangre les metieron durante años y años en las escuelas a las que asistieron, en las que se sentaron, en las que creyeron que por no notar el profesor que ustedes se hacían "de la vista gorda" eran los tipos más listos del mundo, que no del aula, y se darán cuenta entonces que nosotros, los adultos, "nos los jodimos bien"...

...si, acaso, no es que ya lo han hecho. Si no es que ya lo han hecho dada la inteligencia con que han sido bendecidos y con la que no ha resultado difícil aprender a odiar a las matemáticas, que más que henchir el intelecto, esclaviza al ser. Esas matemáticas de las que rara vez se enteran el cómo, cuándo y dónde han de ser aplicadas en la vida diaria. La misma inteligencia que les hace sentir repulsión hacia el uniforme. Ese amasijo de trapos cuyo horrendo diseño está destinado a opacar el brillo de vida que los hace jóvenes. El mismo que, usado para mantener las clases sociales a un mismo nivel, provoca precisamente el efecto contrario de tres a cuatro p.m. en adelante y ya resguardado en el armario. Ni siquiera necesita ser usado para que, en las calles, ustedes, mis queridos jóvenes, critiquen, desprecien y envidien las prendas y atavíos ajenos, y todo debido a que, como docentes expertos en la educación y los procesos de enseñanza-aprendizaje que somos, preferimos dejar la enseñanza de la igualdad y la equidad en manos de un horrendo amasijo de trapos. Y esa es tan sólo la punta del iceberg, quien mejor que ustedes para saberlo y quien mejor que nosotros para ignorarlo o imponerlo. Nunca se han visto batallas más cruentas y salvajes entre máscara y cabellera que en el pórtico de una escuela. Las cabelleras que ustedes, orgullosos caballeros, tanto defienden, contra nuestras máscaras, hechas con toda la hipocresía de que el maestro es capaz. Huecas y vacías de toda razón que justifique, con razones válidas e inteligentes, el uso del "casquete corto"... el uso de las uñas pintadas y de las cejas extremadamente depiladas, como si en verdad nos escandalizara la "Mona lisa" y su carencia total de vello facial, al punto de querer sacarla de Louvre e incendiarla por pérfida atrevida...

...Pues les tengo noticias, al "graffitero", al "mohawk", a la de uñas "kruegerianas", al "distraido", a la "desmadrosa", al "duro de mollera", al que siempre llega tarde, al que falta, al que no entrega la tarea, al que come dentro del aula, al "burro", al "caso perdido", al vándalo, al que "se las truena", a quien lleva el uniforme incompleto, a las "sk8ers", al "dancer", al "poser", al "dealer", al briago, a la "hija de papi", a las "buenotas del basquet", al "carita" del fut, a los jefes de grupo, al "barbero, al "nerdo", al "frijol", a la "maruchan", al "cuatrojos", a la "ballena", a la "pelota", al "Chorizo", al "babas", al "patas", a la "pizza", al "carbón", al "perro", al "gato", al "mono", al que raya las bancas y los baños y hasta a las de la escolta: Si se identifican con cualquiera de los puntos tratados con anterioridad, congratúlense, pues son ustedes y sólo ustedes, quienes han utilizado su inteligencia como sólo la gente inteligente la usa (valga, favor de disculpar, la redundancia). Son ustedes quienes saben, conocen y experimentan día con día lo desastroso del sistema y no se dejan absorber por él.

No les puedo decir que está en ustedes cambiar las cosas porque, simplemente... ¿con qué cara se los digo?, ¿con qué cara juzga el profesor para luego heredarle sus errores al alumno? No les diré que el cambio está en ustedes, sin embargo, deben saber que el cambio es un poder que pueden y que bien vale la pena ejercer, y que se ejerce mediante decisiones. A sabiendas de lo ya expresado, sólo puedo decir que trato, que no me quedo de brazos cruzados y que, como adultos ridículos que somos, les hemos mentido una vez más. Ustedes no sólo son el futuro, son también el presente. Ustedes no necesitan buscar "ser alguien en la vida", porque ya lo son. No usen su inteligencia como nosotros la usamos, pues llegará un día en que se darán cuenta de que el mundo de los adultos es, en esencia, peligrosamente ridículo... si no es que, acaso, ya lo han hecho."

Con mucho cariño

Ese maestro “que les tiene mala fe”


Nunca había estado muy al pendiente de la situación educativa del país, ni de cualquier otro problema de tipo social que de momento recordara. De hecho, ahora que lo pensaba, no le era posible recordar su propio trabajo…


Escrito por: Jim Osvaldo Marín Acevedo (@Capitanjms) 




sábado, 7 de febrero de 2015

DONDE TE BUSQUÉ



Y aun no te encuentro
te busco a cada instante
y en cada mirada
 
Siento tu sombra tímida, fría
sin ilusión y sin amor
unos ojos que perdieron el brillo por mi
y unas manos que acarician otra cara.
 
Me veo al espejo, vacío, sin nada
una alegría tan lejana como tu amor
un fantasma de mi dolor.
 
Escribo una historia que no fue
beso tus labios de ceniza con mi cigarro de esperanzas
busco tu luz en mi ceguera de tiempo
voz tartamuda de mis miedos.
 
El corazón en mi puño
goteando lagrimas
sobreviviente del huracán de tu nombre
la guerra ganada y la paz perdida.
 
Levanto mi muro de soledad
epitafio viviente
"no necesitas a nadie"
y regresa la fe
amiga siempre inútil
 
Cortadas en nuestra vida con sueños de cristal
todo lo que te digo y este silencio
cuestión de tiempo y noche
 
Tu risa basta para aferrarme a un recuerdo
bastón invisible de mis pasos sangrantes
 
Calles gritando besos
sombras y susurros
no queda ningún Dios
en este muro, tiro mi oración.
 
Partituras de anhelos que compongo con trazos rotos
notas caídas, canciones repetidas.
 
Desafinando a mi destino con tus ojos de música.
 
Así amanece siempre, desde mi calle de lluvia.


 
 
 
Escrito por:
Luis Manuel "Manu" Fernández
@IronManuMK17