lunes, 29 de junio de 2015

FIN DEL MUNDO

Es aquí, al final de todas las cosas, que me golpea, igual que incontables veces en el pasado y, sin embargo, tan duro como la primera vez. Es esa única cosa a la que ningún humano puede acostumbrarse, no importando la cantidad de veces que haya pasado por ello. Es el dolor que surge del arrepentimiento. Es la vida que te cuentan pasa frente a tus ojos, sólo que no es precisamente como lo cuentan. No son imágenes sino dolores, esos que vienen de los errores, de las malas decisiones y de las estupideces del pasado… esos dolores que escuecen el alma y hacen brotar lágrimas, son esos los que pasan a través de los ojos. Es el viacrucis previo a un paraíso incierto. Purgatorio dantesco concentrado en un momento de insana lucidez. Caigo de rodillas con el sol frente a mí, gigante, hambriento y cercano. Tanto que siento puedo tocarlo. Todo lo va llenando con su luz naranja refulgente. Ese naranja que se funde con la negrura del cosmos porque el azul del cielo hace mucho que hubo de extinguirse. Me hallo rodeada por gigantescas tormentas desérticas que remueven los nervios mismos del estéril planeta en que me encuentro. El ruido es tan atronador, tan ensordecedor… y aun así, me siento demasiado cansada como para mover un ápice de mí misma… demasiado… derrotada. No hay a dónde correr, de cualquier manera. Entonces ella aparece. Se inclina a mi lado. Acerca su índice, falanges desnudas, hacia mi mejilla y toma una de mis lágrimas. La acerca a su rostro y la escudriña con cuencas vacías en lugar de ojos.

- Éstas… son en verdad sorprendentes.

- … ¿Has llorado alguna vez?

- Una o dos veces, “en una eternidad”. Lo dice pensativa, como recordando algo. “La Muerte llorando”, no me sorprende que el pensamiento me parezca extraño. – Lo que has experimentado con el correr del tiempo es una fracción nimia de mi vivir diario y, sin embargo, creo que eres la única que puede comprender mi pesar… *suspiro* Como sea, creo que es hora de irnos. ¿Estás lista?

- No… como me gustaría poder volver y remediarlo todo.

- No puedes. No tienes ese poder. Tantos años insistiendo y sigues negándote a morir. ¡Qué testaruda eres!

- ¿Tendré paz si al fin me voy contigo?

- … No. La consciencia es indestructible.

- ¿Así que no hay un reinicio?, ¿no hay resurrección…? mis únicas opciones son esto *señalo el suelo* o el Infierno…

- El Infierno fue tu elección desde el inicio.

- Dime… sí no me voy ahora, ¿sobreviviría?

- … Si. Pero, una vez que  la Tierra sea devorada,  sufrirás la agonía perpetua de cualquiera que trate de sobrevivir en el vacío del espacio. Si te sirve de consuelo, al irnos te unirás a la Consciencia Colectiva. Ello hará más llevadero tu tormento. Y el Creador obrará acorde a Su voluntad.

Una horda de preguntas marcha sobre mi mente. No hay tiempo para plantear cada una. El calor se intensifica a mi alrededor. Me concentro en tratar de comprender lo que me dice.

- … Nunca quisiste responderme eso. El después de la vida… ¿Por qué ahora?

- Mmm… Has habitado la Tierra desde su infancia y los años no pasan en vano… Tal vez llore por ti cuando mueras.

Aquello no responde mi pregunta... Supongo que simplemente se ha permitido conmoverse. Ambos nos ponemos de pie.

- Mira nada más… no pensé que el fin del mundo luciría tan hermoso… ¿qué harás de ahora en adelante?

- Siempre hay trabajo por hacer.

- …

Un nuevo tumulto de preguntas se atora en mis labios. La tierra comienza a temblar bajo mis pies. Mi cuerpo siente la gravedad del Sol que atrae mi planeta hogar hacia sí.

 - ¿Volveré a saber de ti?

- No. Pero eso no importa. Seguir tu vida ha sido bueno en tanto ha durado. Lo eterno… lo eterno pierde esencia.

- Dicen que si una se arrepiente es aceptada por Él…

- Tu caso es distinto. Tú sólo tienes tu arrepentimiento… y no es un arrepentimiento encaminado a la redención.

- *suspiro lento*… En fin, hablar ya no mejorará las cosas… y creo… creo que ya estoy lista.

- Entonces disfrutemos del espectáculo.

La Muerte posa su mano sobre mi hombro y ambas observamos el estremecer de la tierra en sus últimos instantes. El temblor insoportable de un planeta aterrado por la imagen arrobadora de su inminente muerte se filtra en cada intersticio de mis células. Mi respiración se entrecorta y acelera. Mi pulso se dispara y el torrente de sangre que atropella mi cerebro lo satura de recuerdos, nostalgias, arrepentimientos, dolores, fracasos, ira, impotencia, tristeza y unas anhelantes ansias de autodestrucción. Un grito final se me escapa sin que pueda hacer nada por contenerlo y por primera vez escucho mi propia voz. La Tierra es puro suelo estéril y arena vieja y, sin embargo, todo a mi alrededor está ardiendo con la feroz fuerza de las pasiones acumuladas en todas las eras de la vida sobre la faz de este orbe que alguna vez fue azul. Ya ni siquiera siento las lágrimas correr por mis mejillas pues éstas se evaporan al apenas salir. Al fin la superficie del Astro Rey toca la de su subordinado. Los temblores se intensifican y la vida nos es arrebatada de las ardientes carnes…

Mi último pensamiento va para todas las dudas que una eternidad de vida no bastó para resolver…

… Y entonces la madre Tierra y yo morimos al mismo tiempo.

Escrito por: Jim Osvaldo Marín Acevedo ( @Capitanjms )



miércoles, 24 de junio de 2015


"AMOR" DE FAMILIA
(Parte 2)



Viéndolo actuar de ese modo, yo me sentí un poco mal por él, más lo que dije después, posiblemente no era algo que el esperase…



-mmm… bueno pero, ¿y eso a ti te molesta?

-¡¡¡APH-PH-P-PERO CLARO QUE ME MOLESTA IDIOTA!!! ¡¡¡SI NO SE TRATA DE CUALQUIER COSA PENDEJO!!! ELLAS SON HERMANAS… ¡¡¡MIS HERMANAS!!! SE SUPONE QUE LOS HERMANOS NO DEBEN HACER ESAS COSAS…



En lo personal, yo ya estaba acostumbrado a que el me insultara de ese modo ocasionalmente, pero esta vez… si me sentí un tanto incomodo por lo que dijo; no es que me hiciera enojar, es más; ni siquiera me sentí así precisamente por lo que me dijo; más bien me sentí incomodo porque al narrarme su anécdota, se podían ver unas cuantas lagrimas brotando y corriendo de sus mejillas más una expresión facial muy desesperada…
Aun así, yo mantuve la calma y proseguí diciéndole…



-… ok, pero dime tu una cosa… ¿realmente sirve de algo que te pongas así?



Por un momento, mi amigo dejo de llorar y se quedó viéndome a la cara un poco confundida, por eso no alcanzo a preguntarme otra cosa más que un vacío y pobre:



-¿Cómo?



Al ver esto, y ya obtenida toda su atención, le explique lo siguiente:



-mira, de todas formas ellas les dijeron que pase lo que pase, iban a seguir así… entonces, no creo que sirva de algo que reacciones de esa manera; no es común, ya lo sé… y es totalmente normal que te sientas de ese modo, pero realmente nada va a cambiar la decisión que tomaron…

Además, este comportamiento no debe influir en ti en absoluto; quiero decir… ellas decidieron juntarse, mas nada de lo que hagan va a afectar o influenciarte en tu vida en algún sentido, ¿o sí?



Es muy probable que mis palabras, no fueran las que él hubiera querido escuchar, pero incluso así, logro captar el mensaje que quería darle; dicho esto, mi amigo volvió a una postura melancólica y mientras miraba el suelo metódicamente, me dijo:



-… pero es que aun así wey, no mames…

-ok, incluso yo sé que no es algo fácil de entender, PERO… acuérdate también de una cosa que no estas tomando en cuenta; ellas, son felices de ese modo, y aunque no sea algo que todos soporten o aprueben, ¿dime tu Quiénes somos nosotros para privarlas de esa alegría?



Todavía no terminaba de hablar, pero podía ver que conforme iba avanzando en la plática, mi amigo empezaba a mirarme más detalladamente…



-hmm… Imagínate; aun con todos esos amores no correspondidos en el mundo, e incluso con todos los riesgos que conlleva esta práctica; ambas lograron encontrar felicidad la una en la otra… y a mí en lo personal, no me parece que eso sea malo… ¿o crees tú que si debería serlo?



Al preguntarle eso último, mi amigo se sintió igual de incomodo que antes, pero al menos estaba empezando a ponerse más tranquilo. Debido a lo mismo, me hizo otra pregunta pero con algo más de calma (aunque manteniendo el mismo grado de ansiedad)…



-pero… ¿Pero que dirán los demás o sea… sus amigos, o mis amigos?… ¡y deja tu eso! ¡¿Qué dirán mis tíos o mis primos y así de la familia?!

-… …pues… si a ellas, que son las que están haciendo esta práctica no les afecta, ¿dime tu porque habría de afectarte a ti?



Con esto último, mi amigo dio un suspiro muy largo y depresivo, bajo su mirada una vez más y así permanecimos silenciosamente durante unos minutos; mas luego de esa breve pausa, mi amigo tomo la palabra y me dijo…



-… es… es que aun así wey, es… es raro… ¿tu cómo puedes tolerarlo o aceptarlo así como si nada?

-¡ahhh! Es que tu estas confundiendo una cosa por otra…

-… ¿Cómo?

-mm… escucha muy bien lo que te voy a decir bro…


“hay una gran diferencia entre la resignación, y la aceptación, lo malo es que muchos no llegan a encontrarla aun y por eso suele haber varios conflictos entre la gente”


Ahora… ya que te dije esto, ¿tú que piensas que estas practicando en realidad?



Antes de que “mi amigo” pudiera contestarme, un par de voces femeninas se escucharon a lo lejos gritando:



“¡Víctor!”



En eso ambos nos pusimos de pie al mismo tiempo y volteamos a ver de dónde y de quienes provenían esas voces… aunque a decir verdad, ya sabíamos a quién estaban llamando…

Nos dimos cuenta de que esas dos voces pertenecían a las hermanas de mi amigo, quien de hecho, lleva por nombre Víctor; y además… no solo es mi amigo, sino también… es el hermano más joven que tengo.
  
Resulta que yo, soy el hermano mayor de todos los 4 presentes ahí, pero vivo en una casa aparte porque ya estoy casado y vivo con una familia muy bella que yo mismo forme alegremente.

La verdad, yo tengo 28 años de edad, mis dos hermanas intermedias tienen 18 y 15, y en cuanto a mi hermano más joven, el apenas tiene 11 años… así es, incluso en su niñez ya puede decir lo que se le antoje… aunque yo no estoy muy de acuerdo que digamos.

Mi relación familiar con Víctor comenzó a decaer un poco debido a que aún no podía aceptar que yo me fuera de la casa; por eso casi siempre que nos vemos, solemos hablar entre los dos como simples conocidos… y gracias a este comportamiento, gran parte del tiempo se nos asemeja por otras personas (y hasta entre nosotros mismos) como amigos; sin embargo, yo aun así no dejo de querer bastante a mi hermanito, solo que no como algo más que no fuera como mi hermano… 

Cuando ya todos nos encontrábamos en el mismo punto, Sarah; la segunda en nacer de entre nosotros, me dijo una vez que me vio…



-¡¿Nicholas?! ¡¿Qué onda cabron?! ¡¿Que andas haciendo por estos lares?! Yo hasta creí que todavía andabas por ahí en tu casa, ¿Cómo está tu señora?

-hmm… ¿Qué onda Sarah? No, la verdad me estuve aquí con Víctor porque me mando mensaje de que viniera; mi esposa está bien, fue hace un rato con los niños a sus clases de fucho; ya no han de tardar en venir…



Ya que acabe de hablar (por así decirlo), mi otra hermana de nombre Daniela, y la tercera en la lista de hermanos, me dijo lo siguiente…



-… entonces, ¿él ya te dijo lo de, pues… nosotras?



Al decir esto, era notable su preocupación en ambas respecto a mi opinión personal, ya que a excepción de Víctor, mi relación con mis hermanas era bastante buena; solo que, al igual que mi hermanito, prevalecía completamente el ámbito y noción de familia…



-pues, si pero… ps a mí la verdad me alegra que las dos se sientan bien con lo que escojan; también de eso he estado platicando con Víctor… ¿verdad Vic?



En toda nuestra conversación, Víctor no había dicho absolutamente nada, pues para él todavía era muy difícil ver a mis hermanas sin sentirse un poco raro por lo que hacían. incluso cuando le hice esa pregunta, Víctor no hizo más que asentir con la cabeza y tratar de poner una sonrisa más o menos sincera; de modo que para tratar de apaciguarlo un poco más, me puse de rodillas a su altura, le puse mi mano en su hombro, y luego le sonreí gentilmente para decirle…



-oye… ¿y entonces que crees que estás haciendo ahorita? ¿Resignarte… o aceparlo?



… de todo lo que pude haber previsto; nunca imagine que Víctor llegara a hacer lo que me hizo en ese instante…… ciertamente, tal vez en serio me haga falta visitarlos con más frecuencia…

En lugar de darme una respuesta, Víctor me quito bruscamente la mano de su hombro y se abalanzo sobre mí con fuerza para darme el más fuerte… sorpresivo…





…y también emotivo abrazo de toda su infancia.





De un momento a otro, sentí como mi hombro derecho se empezó a humedecer por todas las lágrimas que Víctor comenzaba a formar con su llanto, pero el, no fue el único que me quería abrazar; Sarah y Daniela también se unieron al momento… y ya con todos en grupo soltando unas cuantas lagrimas… Víctor dijo lo siguiente:



“… voy a tratar de aceptarlo… todavía los quiero mucho a todos… ¡perdón por ser así, de verdad! Pero juro que voy a hacer todo lo posible para cambiar… en serio… lo lamento muchísimo de a deberás… ¡los quiero muchísimo a todos!”



Conforme lo iba diciendo, Víctor me apretaba con mucha más fuerza y todos ahí lo abrazamos con gran ternura. Todo esto paso tan rápido para nosotros… pero en realidad, ya empezaba a hacerse de noche sin que nos diéramos cuenta…

Dado que mi casa no está muy lejos de la de mis padres; Víctor y mis otras dos hermanas me invitaron a una cena familiar junto con mi esposa y mis dos hijos…

Aun es difícil para mis padres aceptar lo de Sarah y Daniela; mas por el hecho de que, al final de cuentas, es ilegal llevar a cabo esta práctica donde vivimos… pero en realidad, a ellas no parece molestarles este asunto.

De hecho, actualmente ya todos en la familia conocen su relación, pero al verlas tan felices, y sabiendo que en un pasado ellas eran sumamente tristes la mayor parte del tiempo; todos decidieron hacer unos trámites para cambiar el estado social de las dos…

Y ahora… puede decirse que gracias a los documentos y a otro tipo de papeles legalmente alterados, ellas ya no son hermanas según lo estipula la ley (aunque eso no aparte de ningún modo la realidad de lo que son).

Respecto a Víctor, el ya no estaba molesto con ninguno de nosotros; la verdad, fue a partir de esa misma tarde que empezamos a convivir más seguido entre todos, aunque Víctor en especial, convive más a menudo conmigo… no por lo que uno pudiera estar imaginando, sino porque, desde que eso paso, nunca dejo de agradecerme esa enorme lección que le di…





Y yo… nunca olvidare lo que paso en esa ocasión; porque cuando Víctor nos dijo eso último, mientras nos dábamos ese tan tierno y cariñoso abrazo de hermanos… todos le respondimos llorando…



“también te queremos mucho hermanito…”





Escrito por: Brandon Alberto Marin acevedo (Brand – 17 años)







lunes, 22 de junio de 2015

EL EGOÍSTA

- ¿Cuál es su fantasía?

- Mmm... De tener una, mi fantasía sería... adorar a una mujer.

- ¿Qué?, ¿nunca ha adorado a una mujer?

- No, usted no entiende. Hablo de realmente 'adorar' a una mujer. Nos centramos tanto en los senos, las nalgas y la figura en general que nos olvidamos del resto.
Una mujer no es solamente senos o nalgas, curvas y un aroma embriagante. Una mujer es detalles. Es las curvas más pequeñas que se forman sobre sus talones. Es las venas que recorren el pronar de sus manos... es las arrugas que entraman sus rodillas...

Una mujer no es sólo carne. Tampoco es sólo ideal y romance. Es también los huesos que tratan de asomar a través de su piel. Es el filo estilizado de su larga tibia. Es las curvas salientes de sus iliacos y los finos extremos de sus clavículas. Un salpicón de pecas que trasciende más allá de la vagina, constelación entre sus piernas… pero hoy por hoy eso carece de relevancia.

Los gemelos fueron un hito hasta los 40's. Hoy día la idea de su sensualidad ha sido enterrada bajo la fuerza y enormidad de los muslos. Incluso en el cuerpo de la mujer, órganos, músculos y demás anatomía, han librado cruentas guerras por el dominio de la atención y el atractivo físico.

No dudo de la adoración tan ferviente que los hombres profesan hacia la mujer. Cuestiono, sin embargo, la falta de visión de que hacen 'gala' al ignorar el resto del panorama, a veces tan oculto, que hacen como que no existe.

De adorar a una mujer, yo... me centraría en los grandes olvidados: las líneas marcadas detrás de las rodillas. Los bultos, a menudo odiados por sus propietarias, que se posan justo arriba de las anchas y prominentes caderas, muy a menudo bella y delirantemente acentuadas por las prendas ceñidas.
Supongo que, más que todo lo anterior, más placentero me resultaría poder escribirle.

- ¿Escribirle?

- Es fácil dedicar caricias. Y, si bien es cierto que hay cierta belleza en lo efímero, creo firmemente que dedicar palabras tiene un peso mucho más significativo. Al fin y al cabo, no sólo de orgasmos vive el hombre, ¿cierto?

Y no, por favor no me malinterprete. No estoy tratando de hacerme ver como un romántico, o un poeta o alguien queriendo alardear. Este soy yo describiendo aquello que me gusta de las mujeres. Este soy yo, lo más honestamente egoísta que puedo ser.

- ¿Dónde diría que comenzó este particular gusto tuyo por 'adorar', siendo que así lo llamas, a las mujeres?

- Yo diría que en el momento en que comencé a dibujarlas. Me di cuenta de que uno en realidad no dibuja o pinta a una mujer, y si lo hace no lo hace a partir del trazo de líneas ni pinceladas. No. Un verdadero amante de las mujeres sabe que la única manera de retratarlas es por medio de caricias. El lápiz y el pincel dejan de ser meras extensiones de las manos para pasar a convertirse en las manos mismas. En los dedos que, más que la piel, acarician el alma misma de la modelo. No existe placer de la carne que se le compare. Me di cuenta también, de que una mujer no es completamente hermosa sin los detalles que he mencionado con anterioridad y de que las sombras me parecían más placenteras que los claros. A ese respecto, mucho se ha especulado sobre la definición de perfección y, peor aún, sobre su existencia o la falta de ella. Yo opino que la perfección sólo logra alcanzarse en el momento en que uno sabe cuándo y dónde colocar las imperfecciones necesarias en su obra, sí es que cabe llamarlas así. Me refiero por supuesto a las arrugas, los pliegues, manchas, lunares, pecas, curvas, etcétera, etcétera. En resumen, todo lo que la mujer odia hallar impreso, salvo escasas excepciones, en la propia carne.

- ¿Y qué le orilló a dibujarlas?

- El deseo. Puro y duro. Vi una mujer en cierto póster. Cabello negro. Corto. Desnuda completamente. Espalda tatuada en tribal y flores justo hasta donde ésta pierde su sacro nombre. Fue esa espalda, esa piel, esa carne… las tres al unísono, las que mi ser quiso reclamar como suyas. Pero, para mi sorpresa, esas ansias no provenían ni de mi carne, mi piel o mi lujuria… Provenían de mis manos… y de los lápices que sostenían. No fue sino hasta que terminé aquel primer desnudo que lo supe: ninguna otra sensación lograría llenar jamás el vacío que sólo el dibujo, que más bien, la adoración a la mujer mediante él, podía combatir.

- ¿Está usted completamente seguro de ello? ¿Qué hay del amor… o el sexo?

- El correr de los años no ha hecho más que reforzar estos sentimientos mi estimado amigo. A él se fueron sumando las letras, la soledad. La libertad. El amor, el sexo, “la vida, el universo y lo demás”, los he disfrutado, por supuesto… pero no tanto como los sentimientos de que le he hablado.

- ¿A qué sentimientos se refiere?

- Satisfacción. Plenitud. Verdadera autorrealización…

- ¿Paz?

- Paz.


Nos quedamos callados un buen rato después de ello. Sumidos en una atmósfera cómoda. Reptando bajo nuestras pieles, pensamientos y elucubraciones. Sorbemos de nuestras humeantes tazas. Mi amigo rompe el silencio, mas no la atmósfera. Es su turno de hablar. Mostrarse… Desahogarse, sí se anima.

Adentro el tiempo parece haberse detenido. Afuera del café, la noche es joven.

Y ambos ordenamos “refill”.

FIN


Escrito por: Jim Osvaldo Marín Acevedo ( @Capitanjms )


miércoles, 17 de junio de 2015

"amor" de familia
(parte 1)



Un día, mientras me hallaba sentado a la orilla de un edificio, mirando nada más que un bello atardecer cubriendo toda la ciudad, justo ante mis ojos; pude sentir levemente el vibrar de mi teléfono celular que indicaba la llegada de un mensaje por parte de un buen amigo.

A pesar de su habitual manera de ser tan despreocupada, este mensaje parecía urgente; en él, se plasmaban las siguientes palabras:



“¡por favor, ven rápido al parque te necesito!”



Sin perder los estribos, me apresure a donde se me había indicado; ahí estaba el, sentado en una banca metálica y portándose de una manera muy ansiosa.
Luego de verlo y saludarlo amablemente, me senté a su lado y le dije:



-¿Qué te pasa? Pareces muy alterado…



No hubo ni una respuesta hasta pasados unos segundos; mas debo decir que lo que me dijo después de esa breve pausa, no es algo muy fácil de comprender; esto podía notarse no solo en su rostro, sino también… en la mismísima anécdota:



-¡¡¡ES QUE NO ES…!!! ¡¡MHAHHH!!… … mira, te lo platico a ti porque eres más abierto a estas cosas…

Lo que pasa es que hace no mucho… pues… encontré a mis dos hermanas mayores teniendo… sexo entre ellas… no sé, creo que le dicen “incesto” o algo así entonces…




Al decirme esto, sus manos comenzaron a ponerse húmedas y su rostro se veía mucho más estresado…



-cuando las vi, ellas se asustaron muchísimo; tu sabes que a mí nunca me ha gustado eso de ser un soplón, pero en este caso pues… para mí era diferente… por eso ya que las vi, me fui corriendo de ese cuarto para avisarles directamente a mis papas…

Al día siguiente, nos sentamos toda la familia en la sala y mi mama les pregunto: “¡¿pero qué puta madre es lo que andan haciendo ustedes par de cerdas?!”



A juzgar por su dialecto, no es muy difícil darse cuenta de que esta familia es un tanto… “llevada”, creo que podríamos describirla de ese modo; sin embargo, muy al contrario de parecer entretenida… dicha conversación no tenía nada de gracia en lo más mínimo, y la respuesta que dieron las hermanas, solo hizo peor el momento…

Su respuesta, fue la siguiente:



miren, planeábamos decírselos cuando se diera un mejor momento pero… ps creo que de todos modos ya es algo tarde para eso… sabemos que ya están enterados de algunas cosas o se hacen algunas sospechas… pero antes de aclararlo les digo: no esperamos ningún permiso ni tampoco queremos su aprobación; si por algo les estamos diciendo es para que lo sepan, solo eso…

Como ya saben, o han de saber, mi hermana y yo hemos pues… si, hemos… estado saliendo en una… relación; nosotras ya no nos vemos como hermanas pero aun así somos muy felices así como estamos…

Digan lo que digan, hagan lo que hagan, nosotras vamos a seguir así y ps… bueno, eso… eso sería todo… no hay nada más que decir.”



En eso mi amigo deja de contarme para tragar un poco de saliva y tomarse un respiro emocional en sus pensamientos; por lo que yo aprovecho ese momento para preguntarle…



-… mhmm… y eso, ¿cuándo paso exactamente?

-¡¡¡PUES AHORITA ACABAN DE DECIRNOS!!! ¡¡Yo las cache haciendo eso ayer, pero ya hoy mismo nos dijeron y pues yo ya no quise seguir oyéndolas!! Por eso me vine aquí al parque te mande el mensaje de que vinieras…



Cuando acabo de hablar, mi amigo encorvo su espalda y se llevó las manos al rostro en señal de conflicto emocional (o tal vez… familiar en este caso).


Viéndolo actuar de ese modo, yo me sentí un poco mal por él, más lo que dije después, posiblemente no era algo que el esperase…



continuara...



domingo, 14 de junio de 2015

CENIZA Y HUMO DE UNA DECISIÓN PRECIPITADA

-- ¿Y qué fue del licenciado Márquez?

-- Pues haciendo cálculo mental, murió hace 4 años; lo encontraron sobre la banqueta en un callejón de la capital. Fue mendigo desde que se perdió en el alcohol, desde aquel viernes de Diciembre de 1982. Salió de su negocio bien vestido con su traje beige y pasó a los arcos por un ramo de rosas y un clavel. Se fue a la iglesia de la pirámide, aquí en Cholula ¿Donde más? A verse con su novia oriunda de Teziutlán.
Poco tiempo tenían de conocerse y aquella sería creo que la tercera cita; a las cuatro era la hora de verse, pero a las tres él llegó. ¡Qué tragedia! ¡Qué desgracia cuando a la cima subió! en los labios de su novia unos besos ajenos se encarnaban; sin soltar reclamo, ni suspiro, ni maldición, dejó a la pareja besándose sin pedir explicación. Aquel día abandonó San Pedro, dejó la casa  y el negocio, a su madre y a sus hermanos y se perdió en el  vicio de la bebida y el dolor.

--Habrá muerto de cirrosis, digo, de tanto alcohol.

-- No, murió viejo, de un infarto. La decepción le reforzó el riñón, el estómago y el hígado, por eso el vino ningún órgano le dañó, pero el corazón fisurado le destempló la vida hasta quitársela, hasta dormírsela en un último suspiro. Murió vestido de mugre, atestado de piojos y con un hedor insoportable. Jamás aquella escena logró superar.

-- ¿Y qué fue de la mujer?

-- A los tres años se casó y llegó a ser de renombre entre la política y la sociedad. Pero antes, se cansó de buscar y esperar al licenciado Márquez. Jamás le pudo dar su explicación.

--¿Pero que explicación le pudo haber dado? una absurda yo diría.

-- Pues la intención de aquella joven enamorada, después de tres años de buscarlo y no hallarlo debajo de ninguna piedra, decirle solo quería que tenia una hermana gemela y que era ella a quien él encontró en la cima de la pirámide, besando a su esposo; recién llegados a la ciudad. Contemplando las fumarolas de ceniza y humo que desprendia el volcán.

Ceniza y humo señor doctor, en eso se convirtió la vida y el recuerdo del licenciado Márquez. Ceniza dejó la maldita coincidencia y humo el vicio, después todo se consumió. Fue capricho, fue destino, fueron circunstancias que no se dieron, lo que haya sido, de cualquier manera el licenciado Márquez murió.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLmPeuTR-9Sw4QYRTPuEGOoqL-pnINx5eMAxWQrROEl6ZwKUd12PczpO5Nhg9hbKukdiAO4CI-9tXSRYTWsXCz8pH2isYmju95KM3cUDa1ebMu-eXH9x6ww2xHmVgNBjw_niN-FBgKju8/s1600/Cholula9-Puebla-m.JPG








ESCRITO POR: Víctor López @viktor_reader









lunes, 8 de junio de 2015

UNA VIDA


Maté a mi padre al nacer.


 No fue mi intención. Tampoco pude evitarlo. Él pareció disfrutarlo, sin embargo. Murió soltando carcajadas al aire. Luego gritos.


Ahora estoy solo. Me alimento, poco al principio. Mi apetito aumenta, sin embargo. Agoto las provisiones de mi lugar de nacimiento.


Comienzo a avanzar. Crezco. Recorro tierras y me maravillo con la belleza del mundo. Me deleito con la vacuidad del silencio que impera en el aire. Me alimento de él.


Busco compañía. Encuentro a uno o dos y les doy muerte. Sus gritos me alimentan por igual. Por más que lo intento, no dejo de matar. Por más que lo deseo, no dejan de gritar. Por suerte son escasos. Desafortunadamente también. Ninguno es capaz de detenerme. Ni siquiera uniendo fuerzas. Son escasos.


Son débiles.


No muero. No hay forma de matarme. Dejo mi rastro por donde piso. Soy enorme. Soy poderoso. 


Soy divino.


Soy Dios.


No hay quien me adore, sin embargo. Solo mi padre. Creo. Y está muerto. Muerto desde hace años. Décadas. Siglos tal vez.


El tiempo es confuso para mí.


Estoy cansado. Recorrer la faz de la tierra sin frenos de por medio no es trabajo fácil. No controlo mis pasos. Jamás lo he hecho, realmente.


Al fin he agotado todos los recursos. Aquí moriré, en esta vieja cabaña. Una muerte simple y aburrida.


No hay más qué consumir en esta deshabitada y vieja tierra.


Creí ser dios.


Mi padre estaba loco.


Soy producto de la locura.


Muerte y locura.


Nací de un bidón de gasolina fecundado por una cerilla.


Soy el último.


Soy fuego.


FIN


Escrito por Jim Osvaldo Marín Acevedo ( @Capitanjms )