lunes, 1 de junio de 2015

PALABRAS EN LA BOCA

Quisiera que ésta noche alguien pusiera las palabras en mi boca, alguien con un dolor inexpresable de voz pero totalmente calcable con grafito y corteza de árbol muerto. Tal vez alguien que tenga la añoranza brotando a hervores del pecho, por estar lejos de casa, de la familia, del amor; lejos simplemente del país, y eche de menos hasta el polvo que se barre.
Quisiera que alguien en mi boca ponga palabras, y que lleguen a eclosionar en el ocaso de lamentos tristes de un extraño, y allí se queden, a anidar y a aceitar las plumas para hacer tibia la morada.
Esta noche no tengo nada que decir, pues he conversado poco con ajenos que saludo ocasionalmente por la calle, que saben mi nombre y no mi vida. Los conocidos, los amigos, se van, o se han ido y solo el eco llega de unos pasos, solo el eco existente en la buena memoria del recuerdo. Recuerdos de caminos y veredas en un solo sentido y que se cruzan por los senderos de la sierra y del valle y por las calzadas de piedra pómez junto al volcán, ese que exhala en una constante agonía, ese volcán que ya es leyenda junto a su mujer dormida, cubierta en sábanas de nieve, mujer que jamas despertará.
Ésta noche el verso es un estado más de la materia, del cual está hecho el cuerpo entero, menos la lengua. Y de ahí no brota, por éste instante, la palabra.
Y no he encontrado quién se apiade de mí, pues sin palabras no hay nada que contar, ni nada que escribir. Hay demasiada gente con recuerdos, con cosas que decir, con boca, y si tan solo me dieran de limosna una palabra  para formar esta gran historia que aun está vigente, para amasarla entre los dientes del corazón. Pero no hay palabras y después de todo no hay civilización, no hay cultura, no hay nada que educar, ni manos para construir, pues no hay palabra de mandato que ordene edificar algo.
Y necesito esta noche que alguien ponga las palabras en mi boca, para dejarles alguna historia, pero nadie ha compartido el léxico de si mismos y no he podido pronunciar tu nombre.
Tantas cosas que decir y no poder decirlas porque hasta las palabras callan.


ESCRITO POR: VÍCTOR LÓPEZ (@viktor_reader)

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