"AMOR" DE FAMILIA
(Parte 2)
Viéndolo actuar de ese modo, yo me sentí un poco mal por él,
más lo que dije después, posiblemente no era algo que el esperase…
-mmm… bueno pero, ¿y eso a ti te molesta?
-¡¡¡APH-PH-P-PERO CLARO QUE ME MOLESTA IDIOTA!!! ¡¡¡SI NO SE
TRATA DE CUALQUIER COSA PENDEJO!!! ELLAS SON HERMANAS… ¡¡¡MIS HERMANAS!!! SE
SUPONE QUE LOS HERMANOS NO DEBEN HACER ESAS COSAS…
En lo personal, yo ya estaba acostumbrado a que el me
insultara de ese modo ocasionalmente, pero esta vez… si me sentí un tanto
incomodo por lo que dijo; no es que me hiciera enojar, es más; ni siquiera me
sentí así precisamente por lo que me dijo; más bien me sentí incomodo porque al
narrarme su anécdota, se podían ver unas cuantas lagrimas brotando y corriendo
de sus mejillas más una expresión facial muy desesperada…
Aun así, yo mantuve la calma y proseguí diciéndole…
-… ok, pero dime tu una cosa… ¿realmente sirve de algo que
te pongas así?
Por un momento, mi amigo dejo de llorar y se quedó viéndome
a la cara un poco confundida, por eso no alcanzo a preguntarme otra cosa más
que un vacío y pobre:
-¿Cómo?
Al ver esto, y ya obtenida toda su atención, le explique lo
siguiente:
-mira, de todas formas ellas les dijeron que pase lo que
pase, iban a seguir así… entonces, no creo que sirva de algo que reacciones de
esa manera; no es común, ya lo sé… y es totalmente normal que te sientas de ese
modo, pero realmente nada va a cambiar la decisión que tomaron…
Además, este comportamiento no debe influir en ti en
absoluto; quiero decir… ellas decidieron juntarse, mas nada de lo que hagan va
a afectar o influenciarte en tu vida en algún sentido, ¿o sí?
Es muy probable que mis palabras, no fueran las que él
hubiera querido escuchar, pero incluso así, logro captar el mensaje que quería
darle; dicho esto, mi amigo volvió a una postura melancólica y mientras miraba
el suelo metódicamente, me dijo:
-… pero es que aun así wey, no mames…
-ok, incluso yo sé que no es algo fácil de entender, PERO…
acuérdate también de una cosa que no estas tomando en cuenta; ellas, son
felices de ese modo, y aunque no sea algo que todos soporten o aprueben, ¿dime
tu Quiénes somos nosotros para privarlas de esa alegría?
Todavía no terminaba de hablar, pero podía ver que conforme
iba avanzando en la plática, mi amigo empezaba a mirarme más detalladamente…
-hmm… Imagínate; aun con todos esos amores no correspondidos
en el mundo, e incluso con todos los riesgos que conlleva esta práctica; ambas
lograron encontrar felicidad la una en la otra… y a mí en lo personal, no me
parece que eso sea malo… ¿o crees tú que si debería serlo?
Al preguntarle eso último, mi amigo se sintió igual de
incomodo que antes, pero al menos estaba empezando a ponerse más tranquilo.
Debido a lo mismo, me hizo otra pregunta pero con algo más de calma (aunque
manteniendo el mismo grado de ansiedad)…
-pero… ¿Pero que dirán los demás o sea… sus amigos, o mis
amigos?… ¡y deja tu eso! ¡¿Qué dirán mis tíos o mis primos y así de la
familia?!
-… …pues… si a ellas, que son las que están haciendo esta práctica
no les afecta, ¿dime tu porque habría de afectarte a ti?
Con esto último, mi amigo dio un suspiro muy largo y
depresivo, bajo su mirada una vez más y así permanecimos silenciosamente
durante unos minutos; mas luego de esa breve pausa, mi amigo tomo la palabra y
me dijo…
-… es… es que aun así wey, es… es raro… ¿tu cómo puedes
tolerarlo o aceptarlo así como si nada?
-¡ahhh! Es que tu estas confundiendo una cosa por otra…
-… ¿Cómo?
-mm… escucha muy bien lo que te voy a decir bro…
“hay
una gran diferencia entre la
resignación, y la aceptación, lo
malo es que muchos no llegan a encontrarla aun y por eso suele haber varios
conflictos entre la gente”
Ahora… ya que te dije esto, ¿tú que piensas que estas
practicando en realidad?
Antes de que “mi amigo” pudiera contestarme, un par de voces
femeninas se escucharon a lo lejos gritando:
“¡Víctor!”
En eso ambos nos pusimos de pie al mismo tiempo y volteamos
a ver de dónde y de quienes provenían esas voces… aunque a decir verdad, ya
sabíamos a quién estaban llamando…
Nos dimos cuenta de que esas dos voces pertenecían a las
hermanas de mi amigo, quien de hecho, lleva por nombre Víctor; y además… no
solo es mi amigo, sino también… es el hermano más joven que tengo.
Resulta que yo, soy el hermano mayor de todos los 4
presentes ahí, pero vivo en una casa aparte porque ya estoy casado y vivo con
una familia muy bella que yo mismo forme alegremente.
La verdad, yo tengo 28 años de edad, mis dos hermanas
intermedias tienen 18 y 15, y en cuanto a mi hermano más joven, el apenas tiene
11 años… así es, incluso en su niñez ya puede decir lo que se le antoje… aunque
yo no estoy muy de acuerdo que digamos.
Mi relación familiar con Víctor comenzó a decaer un poco
debido a que aún no podía aceptar que yo me fuera de la casa; por eso casi
siempre que nos vemos, solemos hablar entre los dos como simples conocidos… y
gracias a este comportamiento, gran parte del tiempo se nos asemeja por otras
personas (y hasta entre nosotros mismos) como amigos; sin embargo, yo aun así
no dejo de querer bastante a mi hermanito, solo que no como algo más que no
fuera como mi hermano…
Cuando ya todos nos encontrábamos en el mismo punto, Sarah;
la segunda en nacer de entre nosotros, me dijo una vez que me vio…
-¡¿Nicholas?! ¡¿Qué onda cabron?! ¡¿Que andas haciendo por
estos lares?! Yo hasta creí que todavía andabas por ahí en tu casa, ¿Cómo está
tu señora?
-hmm… ¿Qué onda Sarah? No, la verdad me estuve aquí con Víctor
porque me mando mensaje de que viniera; mi esposa está bien, fue hace un rato
con los niños a sus clases de fucho; ya no han de tardar en venir…
Ya que acabe de hablar (por así decirlo), mi otra hermana de
nombre Daniela, y la tercera en la lista de hermanos, me dijo lo siguiente…
-… entonces, ¿él ya te dijo lo de, pues… nosotras?
Al decir esto, era notable su preocupación en ambas respecto
a mi opinión personal, ya que a excepción de Víctor, mi relación con mis hermanas
era bastante buena; solo que, al igual que mi hermanito, prevalecía
completamente el ámbito y noción de familia…
-pues, si pero… ps a mí la verdad me alegra que las dos se
sientan bien con lo que escojan; también de eso he estado platicando con Víctor…
¿verdad Vic?
En toda nuestra conversación, Víctor no había dicho
absolutamente nada, pues para él todavía era muy difícil ver a mis hermanas sin
sentirse un poco raro por lo que hacían. incluso cuando le hice esa pregunta, Víctor
no hizo más que asentir con la cabeza y tratar de poner una sonrisa más o menos
sincera; de modo que para tratar de apaciguarlo un poco más, me puse de
rodillas a su altura, le puse mi mano en su hombro, y luego le sonreí
gentilmente para decirle…
-oye… ¿y entonces que crees que estás haciendo ahorita? ¿Resignarte…
o aceparlo?
… de todo lo que pude haber previsto; nunca imagine que Víctor
llegara a hacer lo que me hizo en ese instante…… ciertamente, tal vez en serio
me haga falta visitarlos con más frecuencia…
En lugar de darme una respuesta, Víctor me quito bruscamente
la mano de su hombro y se abalanzo sobre mí con fuerza para darme el más
fuerte… sorpresivo…
…y también emotivo abrazo de toda su infancia.
De un momento a otro, sentí como mi hombro derecho se empezó
a humedecer por todas las lágrimas que Víctor comenzaba a formar con su llanto,
pero el, no fue el único que me quería abrazar; Sarah y Daniela también se
unieron al momento… y ya con todos en grupo soltando unas cuantas lagrimas… Víctor
dijo lo siguiente:
“… voy
a tratar de aceptarlo… todavía los quiero mucho a todos… ¡perdón por ser así,
de verdad! Pero juro que voy a hacer todo lo posible para cambiar… en serio… lo
lamento muchísimo de a deberás… ¡los quiero muchísimo a todos!”
Conforme lo iba diciendo, Víctor me apretaba con mucha más
fuerza y todos ahí lo abrazamos con gran ternura. Todo esto paso tan rápido
para nosotros… pero en realidad, ya empezaba a hacerse de noche sin que nos
diéramos cuenta…
Dado que mi casa no está muy lejos de la de mis padres; Víctor
y mis otras dos hermanas me invitaron a una cena familiar junto con mi esposa y
mis dos hijos…
Aun es difícil para mis padres aceptar lo de Sarah y
Daniela; mas por el hecho de que, al final de cuentas, es ilegal llevar a cabo
esta práctica donde vivimos… pero en realidad, a ellas no parece molestarles
este asunto.
De hecho, actualmente ya todos en la familia conocen su
relación, pero al verlas tan felices, y sabiendo que en un pasado ellas eran
sumamente tristes la mayor parte del tiempo; todos decidieron hacer unos trámites
para cambiar el estado social de las dos…
Y ahora… puede decirse que gracias a los documentos y a otro
tipo de papeles legalmente alterados, ellas ya no son hermanas según lo
estipula la ley (aunque eso no aparte de ningún modo la realidad de lo que
son).
Respecto a Víctor, el ya no estaba molesto con ninguno de
nosotros; la verdad, fue a partir de esa misma tarde que empezamos a convivir más
seguido entre todos, aunque Víctor en especial, convive más a menudo conmigo…
no por lo que uno pudiera estar imaginando, sino porque, desde que eso paso,
nunca dejo de agradecerme esa enorme lección que le di…
Y yo… nunca olvidare lo que paso en esa ocasión; porque
cuando Víctor nos dijo eso último, mientras nos dábamos ese tan tierno y
cariñoso abrazo de hermanos… todos le respondimos llorando…
“también te queremos mucho
hermanito…”
Escrito por: Brandon Alberto Marin acevedo (Brand – 17 años)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario