miércoles, 24 de junio de 2015


"AMOR" DE FAMILIA
(Parte 2)



Viéndolo actuar de ese modo, yo me sentí un poco mal por él, más lo que dije después, posiblemente no era algo que el esperase…



-mmm… bueno pero, ¿y eso a ti te molesta?

-¡¡¡APH-PH-P-PERO CLARO QUE ME MOLESTA IDIOTA!!! ¡¡¡SI NO SE TRATA DE CUALQUIER COSA PENDEJO!!! ELLAS SON HERMANAS… ¡¡¡MIS HERMANAS!!! SE SUPONE QUE LOS HERMANOS NO DEBEN HACER ESAS COSAS…



En lo personal, yo ya estaba acostumbrado a que el me insultara de ese modo ocasionalmente, pero esta vez… si me sentí un tanto incomodo por lo que dijo; no es que me hiciera enojar, es más; ni siquiera me sentí así precisamente por lo que me dijo; más bien me sentí incomodo porque al narrarme su anécdota, se podían ver unas cuantas lagrimas brotando y corriendo de sus mejillas más una expresión facial muy desesperada…
Aun así, yo mantuve la calma y proseguí diciéndole…



-… ok, pero dime tu una cosa… ¿realmente sirve de algo que te pongas así?



Por un momento, mi amigo dejo de llorar y se quedó viéndome a la cara un poco confundida, por eso no alcanzo a preguntarme otra cosa más que un vacío y pobre:



-¿Cómo?



Al ver esto, y ya obtenida toda su atención, le explique lo siguiente:



-mira, de todas formas ellas les dijeron que pase lo que pase, iban a seguir así… entonces, no creo que sirva de algo que reacciones de esa manera; no es común, ya lo sé… y es totalmente normal que te sientas de ese modo, pero realmente nada va a cambiar la decisión que tomaron…

Además, este comportamiento no debe influir en ti en absoluto; quiero decir… ellas decidieron juntarse, mas nada de lo que hagan va a afectar o influenciarte en tu vida en algún sentido, ¿o sí?



Es muy probable que mis palabras, no fueran las que él hubiera querido escuchar, pero incluso así, logro captar el mensaje que quería darle; dicho esto, mi amigo volvió a una postura melancólica y mientras miraba el suelo metódicamente, me dijo:



-… pero es que aun así wey, no mames…

-ok, incluso yo sé que no es algo fácil de entender, PERO… acuérdate también de una cosa que no estas tomando en cuenta; ellas, son felices de ese modo, y aunque no sea algo que todos soporten o aprueben, ¿dime tu Quiénes somos nosotros para privarlas de esa alegría?



Todavía no terminaba de hablar, pero podía ver que conforme iba avanzando en la plática, mi amigo empezaba a mirarme más detalladamente…



-hmm… Imagínate; aun con todos esos amores no correspondidos en el mundo, e incluso con todos los riesgos que conlleva esta práctica; ambas lograron encontrar felicidad la una en la otra… y a mí en lo personal, no me parece que eso sea malo… ¿o crees tú que si debería serlo?



Al preguntarle eso último, mi amigo se sintió igual de incomodo que antes, pero al menos estaba empezando a ponerse más tranquilo. Debido a lo mismo, me hizo otra pregunta pero con algo más de calma (aunque manteniendo el mismo grado de ansiedad)…



-pero… ¿Pero que dirán los demás o sea… sus amigos, o mis amigos?… ¡y deja tu eso! ¡¿Qué dirán mis tíos o mis primos y así de la familia?!

-… …pues… si a ellas, que son las que están haciendo esta práctica no les afecta, ¿dime tu porque habría de afectarte a ti?



Con esto último, mi amigo dio un suspiro muy largo y depresivo, bajo su mirada una vez más y así permanecimos silenciosamente durante unos minutos; mas luego de esa breve pausa, mi amigo tomo la palabra y me dijo…



-… es… es que aun así wey, es… es raro… ¿tu cómo puedes tolerarlo o aceptarlo así como si nada?

-¡ahhh! Es que tu estas confundiendo una cosa por otra…

-… ¿Cómo?

-mm… escucha muy bien lo que te voy a decir bro…


“hay una gran diferencia entre la resignación, y la aceptación, lo malo es que muchos no llegan a encontrarla aun y por eso suele haber varios conflictos entre la gente”


Ahora… ya que te dije esto, ¿tú que piensas que estas practicando en realidad?



Antes de que “mi amigo” pudiera contestarme, un par de voces femeninas se escucharon a lo lejos gritando:



“¡Víctor!”



En eso ambos nos pusimos de pie al mismo tiempo y volteamos a ver de dónde y de quienes provenían esas voces… aunque a decir verdad, ya sabíamos a quién estaban llamando…

Nos dimos cuenta de que esas dos voces pertenecían a las hermanas de mi amigo, quien de hecho, lleva por nombre Víctor; y además… no solo es mi amigo, sino también… es el hermano más joven que tengo.
  
Resulta que yo, soy el hermano mayor de todos los 4 presentes ahí, pero vivo en una casa aparte porque ya estoy casado y vivo con una familia muy bella que yo mismo forme alegremente.

La verdad, yo tengo 28 años de edad, mis dos hermanas intermedias tienen 18 y 15, y en cuanto a mi hermano más joven, el apenas tiene 11 años… así es, incluso en su niñez ya puede decir lo que se le antoje… aunque yo no estoy muy de acuerdo que digamos.

Mi relación familiar con Víctor comenzó a decaer un poco debido a que aún no podía aceptar que yo me fuera de la casa; por eso casi siempre que nos vemos, solemos hablar entre los dos como simples conocidos… y gracias a este comportamiento, gran parte del tiempo se nos asemeja por otras personas (y hasta entre nosotros mismos) como amigos; sin embargo, yo aun así no dejo de querer bastante a mi hermanito, solo que no como algo más que no fuera como mi hermano… 

Cuando ya todos nos encontrábamos en el mismo punto, Sarah; la segunda en nacer de entre nosotros, me dijo una vez que me vio…



-¡¿Nicholas?! ¡¿Qué onda cabron?! ¡¿Que andas haciendo por estos lares?! Yo hasta creí que todavía andabas por ahí en tu casa, ¿Cómo está tu señora?

-hmm… ¿Qué onda Sarah? No, la verdad me estuve aquí con Víctor porque me mando mensaje de que viniera; mi esposa está bien, fue hace un rato con los niños a sus clases de fucho; ya no han de tardar en venir…



Ya que acabe de hablar (por así decirlo), mi otra hermana de nombre Daniela, y la tercera en la lista de hermanos, me dijo lo siguiente…



-… entonces, ¿él ya te dijo lo de, pues… nosotras?



Al decir esto, era notable su preocupación en ambas respecto a mi opinión personal, ya que a excepción de Víctor, mi relación con mis hermanas era bastante buena; solo que, al igual que mi hermanito, prevalecía completamente el ámbito y noción de familia…



-pues, si pero… ps a mí la verdad me alegra que las dos se sientan bien con lo que escojan; también de eso he estado platicando con Víctor… ¿verdad Vic?



En toda nuestra conversación, Víctor no había dicho absolutamente nada, pues para él todavía era muy difícil ver a mis hermanas sin sentirse un poco raro por lo que hacían. incluso cuando le hice esa pregunta, Víctor no hizo más que asentir con la cabeza y tratar de poner una sonrisa más o menos sincera; de modo que para tratar de apaciguarlo un poco más, me puse de rodillas a su altura, le puse mi mano en su hombro, y luego le sonreí gentilmente para decirle…



-oye… ¿y entonces que crees que estás haciendo ahorita? ¿Resignarte… o aceparlo?



… de todo lo que pude haber previsto; nunca imagine que Víctor llegara a hacer lo que me hizo en ese instante…… ciertamente, tal vez en serio me haga falta visitarlos con más frecuencia…

En lugar de darme una respuesta, Víctor me quito bruscamente la mano de su hombro y se abalanzo sobre mí con fuerza para darme el más fuerte… sorpresivo…





…y también emotivo abrazo de toda su infancia.





De un momento a otro, sentí como mi hombro derecho se empezó a humedecer por todas las lágrimas que Víctor comenzaba a formar con su llanto, pero el, no fue el único que me quería abrazar; Sarah y Daniela también se unieron al momento… y ya con todos en grupo soltando unas cuantas lagrimas… Víctor dijo lo siguiente:



“… voy a tratar de aceptarlo… todavía los quiero mucho a todos… ¡perdón por ser así, de verdad! Pero juro que voy a hacer todo lo posible para cambiar… en serio… lo lamento muchísimo de a deberás… ¡los quiero muchísimo a todos!”



Conforme lo iba diciendo, Víctor me apretaba con mucha más fuerza y todos ahí lo abrazamos con gran ternura. Todo esto paso tan rápido para nosotros… pero en realidad, ya empezaba a hacerse de noche sin que nos diéramos cuenta…

Dado que mi casa no está muy lejos de la de mis padres; Víctor y mis otras dos hermanas me invitaron a una cena familiar junto con mi esposa y mis dos hijos…

Aun es difícil para mis padres aceptar lo de Sarah y Daniela; mas por el hecho de que, al final de cuentas, es ilegal llevar a cabo esta práctica donde vivimos… pero en realidad, a ellas no parece molestarles este asunto.

De hecho, actualmente ya todos en la familia conocen su relación, pero al verlas tan felices, y sabiendo que en un pasado ellas eran sumamente tristes la mayor parte del tiempo; todos decidieron hacer unos trámites para cambiar el estado social de las dos…

Y ahora… puede decirse que gracias a los documentos y a otro tipo de papeles legalmente alterados, ellas ya no son hermanas según lo estipula la ley (aunque eso no aparte de ningún modo la realidad de lo que son).

Respecto a Víctor, el ya no estaba molesto con ninguno de nosotros; la verdad, fue a partir de esa misma tarde que empezamos a convivir más seguido entre todos, aunque Víctor en especial, convive más a menudo conmigo… no por lo que uno pudiera estar imaginando, sino porque, desde que eso paso, nunca dejo de agradecerme esa enorme lección que le di…





Y yo… nunca olvidare lo que paso en esa ocasión; porque cuando Víctor nos dijo eso último, mientras nos dábamos ese tan tierno y cariñoso abrazo de hermanos… todos le respondimos llorando…



“también te queremos mucho hermanito…”





Escrito por: Brandon Alberto Marin acevedo (Brand – 17 años)







No hay comentarios.:

Publicar un comentario