lunes, 13 de junio de 2016

Café con Música.

Que triste es ya la vida, se los digo yo que ya me asomé al abismo de la felicidad,donde las peores profecías se cumplen en el paisaje de esa ventana abierta a mitad de la noche.

Que triste es ya la vida detrás de esta infancia reprimida por algo que no soy, algo que estuvo y se fue entre las primeras tazas de café con música. 

Que triste es ya la vida que no vivo, la que recuerdo, la que quizá jamás tuve. 

Es ya triste la vida en el recuerdo de ayeres caducos, de cansancio de risas. Triste cuando saltábamos charcos como si fuera el atlántico para después abrazarnos en el vaivén de los amores primeros y así sumergirme en el mar de tus besos tiernos mientras acariciaba tu cabello mojado por la lluvia...triste.

Pequeñas cosas que me regala la vida, tristezas acechando mi puerta esperando a que me vista de gris, me ponga los audífonos y espere el lento y delicado susurro del reloj por las noches gritando más tiempo o quizá más noches o sólo tal vez, un poco más de paz y tardes de otoño. 

Que triste es ya la tarde cuando empiezo a echar de menos lo que nunca he tenido, lo que ni siquiera sé si existe. Estoy hecho un lío, como siempre, como ahora que es triste ya la vida de rutina y no de vicio.

¿Recuerdan que de niños volvíamos siempre con heridas pero aún así seguíamos jugando y haciendo travesuras? ...Creo que no aprendimos nada de eso. 







Escrito Por:

Luis Manuel "Manu" Fernández
@IronManuMK17

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