jueves, 28 de julio de 2022

Ella.

 


Cuento con ella, no cuento con ella,
Como aquella frase: “Me acuerdo, no me acuerdo”.
 
Mutuo, recíproco, trivial, producido o fortuito,
cualquier verbo o sustantivo. Cualquier escenario
describiría el surgir de nuestras conversaciones.
 
Le conté de todo y ahora no cuento con ella.
Me confió varias cosas y ahora ni escucharme puede.
Ella, voy a redundar en “ella”.
En la lejanía se forja,
transmuta entre letras y palabras.
Ella ríe, lloró ella, en pretérito ella existe,
un paso adelante y futuro es ella, pero presente no, no está,
no físicamente, no es frente a mí material, tangible.
No es ella.
 
Anda rompiendo neblina y quebrando lluvia.
Cobija al frío y libera tibies de su cabellera.
Duerme debajo de encinos, sobre duraznos y hierbas secas.
Duerme enredada en un lío que al despertar resuelve ella.
 
No está, enfatizo y les recuerdo.
Si la ven no le hablen, ignórenla,
dejen que pase de largo, su voz tiene algo pendiente con mi oído.

Les aviso que se desvanece, pues siempre lleva prisa en su andar.
Pero sí existe y es veraz, lo es.
 
No parpadeen cuando la miren porque así de rápido se va.
Se desvanece, se los aseguro, cuando quise distinguirla se había ido.
Dejé de mirarla, entonces, descubrí su secreto: dejar de mirarla,
así ella evita la responsabilidad de no retornar lo que uno le da. 
Aprendí a escucharla y solo así se quedó:
La escucho a diario, incluso a través de la trama de los kilómetros.
La escucho solo en mis recuerdos.
¡No está! les recuerdo, no está, porque no la miro.
Pero se quedó en mi oído, en la memoria del tímpano.
Se quedó en la charla de un café perdido.
 
Allá está ella, lejos, reservada para cuando lleguen los aguaceros.
Ella no sabe que estamos ante las puertas del invierno,
o quizá sí lo sabe y decide ignorarlo.
pero cuando junio esté por llegar volverá su eco, la escucharé,
entonces la escucharé, en junio la escucharé.
Junio nunca llega tarde.
Si la ven no le hablen, ignórenla,
dejen que pase de largo, su voz tiene algo pendiente con mi tímpano,
dejen que se vaya, es mi mexicana, mi mestiza,

¿acaso ustedes no saben de quién hablo?.



 

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