domingo, 17 de mayo de 2015

PARADOJAS DEL CORAZÓN

He aquí ante ustedes la historia de un hombre malo, el más terrible villano, Fortino Cabañas era su nombre. Lo hacía  más terrible el hecho de medir dos metros, pesar ciento veinticuatro kilos y odiar a todo mundo. Bravucón a decir basta, a todo hombre quería golpear a la menor provocación y se decía de él que tan sanguinario era, que se mudaba de pueblo cada vez que mataba a alguien >> es la quinta vez que se mueve en lo que va del año y vamos en la segunda semana de febrero. << murmuraban lo habitantes del lugar. Arriesgando el propio pellejo al decir tales cosas. 

CAPÍTULO ll 

Carlita era una mujer de apenas un metro con sesenta centímetros. Bonita como todas las mujeres y tan agradable y empática que a todo mundo le caía bien. Sus pecas más que estorbar en el rubor natural de su cara, le adornaban esa piel blanca y pulida como piedras de rio. Había tenido la más difícil de las infancias, quedando huérfana a los cinco años y conservando en sus pupilas el asesinato de su padre a manos de su tío para quedarse con su esposa, es decir su cuñada. Fue esclava de su madre y de su tío-padrastro, siendo castigada severamente y sin misericordia por errores como estornudar a la hora de comida.

CAPÍTULO III 

"El que a hierro mata a hierro muere", es el dicho que entre lenguas se conoce, así se hereda, y desde tiempos inmemoriales se dice en cada situación que lo amerita. Así se cumplió esta palabra en Fortino, pues todas sus víctimas perecieron por el cañón  de su colt 38, no se sabe cuántos, pero se habla de decenas. Fortino recibió  siete disparos en el pecho de una insignificante 9 mm semiautomática, a quemarropa. Otro dicho se efectuó en él: "El valiente vive hasta que el cobarde quiere", pues el presunto homicida resultó ser un betunero del parque que jamás había detonado arma alguna, pero con la suficiente fuerza para cerrar los ojos, jalar el gatillo y salir corriendo. El arma era prestada y la deuda por cobrar eran diez nuevos y devaluados pesos.

CAPITULO IV

 Con razón murió al instante- dijo uno de los doctores al quitar la camisa de fortino- si de los siete disparos, seis fueron directo al corazón. Estaban preparando el cuerpo para abrirlo y realizar los estudios postmorten
La autopsia  va a tardar- le dijo la mamá de Fortino a Carlita- debes comer algo. Desde ayer que no pruebas bocado.
La suegra de Carlita era doña Amalia, una señora con tanto tiempo vivido en el corazón pero con sesenta años de edad, que al saber la tragedia de su hijo no lloró, pero siempre estuvo del lado de su nuera, pues a decir verdad y con mucha razón, Carlita estaba inconsolable pues aquel gigante albergaba en el pecho el sentimiento más fiel que pocos hombres guardan. Fortino realmente amaba a Carlita, a su lado era el caballero mas educado y valiente pero al mismo tiempo el guerrero más sanguinario cuando de proteger a Carlita se trataba. Ante la gente eran una pareja rara, pero en lo secreto de sus aposentos eran la pareja ideal. Es extraordinario saber que Fortino jamás maltrató de forma alguna a Carlita, ni verbal y menos físicamente, al contrario, la acariciaba y la cuidaba como a él mismo, como a su propio cuerpo. Realmente se podía notar el amor profundo que aquel gigante le tenia a esa muñeca frágil y adorable.

CAPITULO V

A la cárcel Ramón el betunero, acusado de homicidio en primer grado y aunque la pena por tal delito era cadena perpetua, debido a los supuestos antecedentes criminales del abatido, a Ramón le dieron solamente 10 años de encierro. En eso estaba el juez de explicar los asuntos judiciales, cuando la suegra de Carlita interrumpió la sala y pidió hablar con su nuera.

Con todo respeto, su señoría, es muy importante para a aclarar este caso de la muerte de mi hijo- dijo doña Amalia.

Cinco minutos otorgo- contestó el señor juez- sin salir  de esta corte.

Carlita y su suegra conversaron y al terminar el tiempo Carlita habló.
-Quiero retirar los cargos señor juez, pues Ramón el betunero no mató a mi amado esposo y aquí tengo las pruebas de mi afirmación.

Se asombraron todos en la sala y murmuraban tanto que el juez ordenó silencio. 

Presente las pruebas- ordenó el juez.

El doctor que hizo la autopsia a mi marido, les explicará mejor. Pase usted por favor -dijo Carlita.

Buenas tardes, soy el doctor Federico navas. Y doy fe de las palabras de la señora. Este es mi testimonio. Cuando vimos el cuerpo, antes de abrirlo, siete disparos había en él. Seis de ellos en la zona del corazón y uno en el lado derecho del pecho.  El corazón ha de estar acribillado- nos dijimos estre mi colega y yo- pero que sorpresa nos esperaba cuando al abrir el pecho y querer retirar los proyectiles no encontramos el corazón, solo las balas incrustadas. - ¿Cómo es posible?- nos preguntábamos- es inaudito que un hombre no tenga corazón y pueda vivir. Pero entonces exploré el lado derecho del esternón  y fue en ese lugar donde hallé lo que buscábamos. El corazón de ese hombre estaba muy desplazado hacia la derecha, cuando lo normal es que se ubique entre el centro y el lado izquierdo del pecho. Fue entonces que pensamos, que la única bala que le impactó el lado derecho le había dado al corazón y lo había matado, pero señoras y señores, señor juez, este hombre era uno de enorme apariencia, un gigante sobre nosotros y nació con una deformidad, pues el corazón era muy pequeño para abastecer a ese enorme cuerpo y esa anomalía evitó por  un centímetro que la bala dañara el corazón, unos centímetros más grande y el disparo pudo haber dado en tal órgano vital. Cuando analizamos el corazón de este hombre, estaba intacto, sin ninguna perforación de bala. Ninguno de los siete proyectiles fue la causa del deceso.

-¿Entonces de qué murió?- Replicó el juez

-¡Ah! Eso mismo nos preguntamos. Con mucho cuidado estudiamos el tejido y las fibras del corazón y nos dimos cuenta de que un infarto fue lo que mató a ese hombre, un infarto consecuencia de su anomalía. Cuando las balas impactaron en su pecho, el corazón ya se había detenido por completo. En pocas palabras, ya estaba muerto.

Es completamente extraordinario lo que me cuenta, pero de cualquier manera necesito pruebas que confirmen sus palabras, señor doctor. - dijo el juez.

Aquí las traigo- contestó el doctor y le entregó un sobre amarillo al juez.

El juez analizó los papeles y las fotografía y después de un rato concluyó la sesión diciendo:
Debido a este acto caprichoso de la naturaleza, el sospechoso queda libre de toda acusación mayor, pero como actuó por venganza, pasará tres meses recluido, pues es algo que nadie debe tomar como solución. Que le sirva de ejemplo y queda libre su conciencia de la muerte de un hombre.

Pido que la condena sea más suave- dijo carlita al juez- pues es bien sabido que Ramón el betunero tiene seis hijo que mantener y ninguno de ellos está en edad de trabajar, no quiero ser la culpable de que los niños pasen hambre sin deberla. Quiero, si se me permite sugerir, que haga servicio comunitario.

Analizó la propuesta el juez y después de unos segundos aceptó la opción. Quedó cerrado y resuelto este caso.

Ramón el betunero paso seis meses haciendo servicio comunitario sin descuidar a su familia. Cierto dia después de la  sentencia, Ramón barría las calles y sin notarlo fue a parar a la casa de Carlita y con toda la pena del mundo platicó con ella.

- vengo a ofrecerle mis más sinceras disculpas.
-El salario que el pecado paga es la muerte. Mi esposo ya está libre de todo, jodidos nosotros los vivos que seguimos endeudados en cada respiro- le dijo Carlita a Ramón. - si tu conciencia se tranquiliza con esto, entonces sigue tu camino en paz. Ve a casa y enseña a tus hijos las buenas costumbres, para que no haya vengadores de sangre ni vengados. Mi esposo tenía el corazón chiquito, pero le alcanzaba para guardar el suficiente sentimiento para quererme de verdad. Por mi parte inculcaré buenos modales a mi hijo, uno que desde hace dos meses crece en mí y espero que herede el corazón de su padre, pero el carácter mío. Pues este es hijo de Fortino, pero será más hijo mío.




Escrito por: Víctor López (@viktor_reader)


https://s.yimg.com/os/publish-images/news/2015-05-15/c7e44510-fb0d-11e4-8f59-3be101afb55f_manosmadoz.jpg


No hay comentarios.:

Publicar un comentario