viernes, 24 de abril de 2015

Hace poco pensé en la idea de escribir una novela de terror ¿pero de qué iba a hablar? No hay una historia más perfecta en la cual inspirarse que en la que yo me inspiré para escribir esta introducción, la historia original de Clive Barker: Hellraiser.

Las sombras dominaban en ese momento. El pequeño foco arriba de su cabeza iluminaba su cuerpo, pero todo era oscuridad enfrente de él. Su cuerpo estaba débil, colgaba… sangraba. Una gota cayó al suelo, y después otra. No podía recordar lo que le había pasado. El resto del suelo estaba manchado de sangre también. Las cadenas estaban ahí.

-“Sabrás que lo que te digo es verdad cuando te enseñe esto.”, recordó. –La caja… ¡LA CAJA!

Ahora recordaba un poco. Esa misma noche su amigo había organizado una fiesta. Había comprado de todo. Le dolía recordar pero necesitaba hacerlo. –“Él me había dicho que esa noche iba a ser especial, que tenía un juego para mí.” –Sabrás que lo que te digo es verdad cuando te enseñe esto. Es ahí cuando la saco de su bolsa. Una pequeña caja de oro laminado. La famosa caja que habían encontrado en internet unas semanas atrás. –Te dije que iba a ser especial.

La sangre del suelo comenzó a moverse y las cadenas también. Sentía como ellas tiraban de él. –“¡Me van a partir, puta madre!” Sacó un grito desesperado… - ¡Oye, voltea! Mírame… ¡Mírame! ¿qué pasa? ¿Es suficiente dolor? Nunca es suficiente dolor.

Winham R. (Azael)


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