Sí.

"Luchar constantemente cansa, y han pasado dos noches en las que sólo necesito fumar. No siempre es así, pero últimamente suelo sentarme a aquella banca. La calle, mis botas y yo caminando hasta aquel rincón al que fui a dar. ¿En dónde dejé mi encendedor? Sólo es mi cigarro y yo. Esto se está volviendo común, más común de lo que esperaba. Inhalada tras inhalada veo lo que quiero ver. Es hipnótico ver el fuego provocado entre mis dedos. Debo salir de aquí. Debí empezar otra vez, esta no me supo bien ¿qué carajos pasó? Ya fue, no hay que pensar. Debo regresar. Saldré caminando de aquí, es lo importante de todo. Ahora ya está, esto acabó. Vamos por otro cigarrillo". Siempre tengo ganas de escribir mis pensamientos, de hacer caso omiso de las reglas ortográficas, y toda aquella regla presentada en mi vida. Me permito divagar ante todo, y todo se permite divagar sobre mí. Son noches pesadas, pensadas en algún lugar dónde me encuentro. Mi cigarrillo y yo nos lo permitimos. Bienvenido sea yo, a esta, la gran aventura. Windham R.(Azael)